17, Febrero, 2021

Whitney Wolfe, CEO de Bumble, se ha convertido en la multimillonaria más joven del mundo tras la salida a bolsa de su compañía. Foto: Getty.
Whitney Wolfe o cómo convertirse en la multimillonaria más joven del mundo con una 'app' de citas feminista
Bumble, la 'app' de citas que arrasa entre las mujeres, debutó en Wall Street la semana pasada con una espectacular subida superior al 77 por ciento. Su fundadora, Whitney Wolfe, de 31 años, se ha convertido en la mujer más joven del mundo en amasar una fortuna de más de 1.000 millones de dólares sin haberla heredado. Está claro que la vida le sonríe pero, ¿cómo lo ha logrado?
La imagen ya es icónica. Con su hijo Bobby en brazos, Whitney Wolfe, CEO de Bumble, firmaba hace unos días la salida a bolsa de la compañía rompiendo, de paso, un par de techos de cristal. Wolfe se ha convertido, gracias a su exitosa 'app' de citas, en la mujer más joven del mundo en superar la barrera de los 1.000 millones de dólares sin ser una rica heredera. También entra a formar parte de otro club selecto: el del cinco por ciento de mujeres incluidas en la lista de las 500 personas más ricas del mundo. Con un 11 por ciento de las acciones de la compañía, se estima que su fortuna supera los 1.600 millones de dólares. Tampoco es que tuviera problemas para llegar a fin de mes: está casada con el heredero del petróleo Michael Herd (Vogue documentó su boda en Amalfi en 2017 a todo color). Si fantaseas con pegar el pelotazo como ella, esto es todo lo que Wolfe ha hecho bien para llegar adonde está y amasar esa impresionante fortuna.
- Un carácter emprendedor. Creció en Salt Lake City y estudió Relaciones Internacionales, pero siendo todavía una universitaria puso en marcha su primer negocio diseñando bolsos fabricados con bambú. 'Fashionistas' de pedigrí como Rachel Zoe y Nicole Richie se fijaron en ella y Wolfe empezó a tejer su extensa red de 'networking'. Luego, lanzó una línea de ropa solidaria para luchar contra el tráfico de personas. Y hasta tuvo tiempo de trabajar como voluntaria en un orfanato en la India. Lo que se dice un CV impresionante.
- Mucha experiencia en el universo "start-up". Empezó a trabajar en la incubadora de que dio lugar a Tinder. De hecho, llegó a ser vicepresidenta de marketing de la 'app' de citas. Y todo el mundo empezó a fijarse en ella: 'Forbes', 'Wired' o 'Time' le dedicaron perfiles y la incluyeron en sus listas de jóvenes promesas. Salió de la compañía después de denunciar a sus jefes por acoso sexual y pactar una indemnización millonaria. Ha aplicado aquella experiencia para emplearse a fondo en el activismo contra el acoso sexual en el lugar de trabajo.
- Tuvo una buena idea. Frustrada por el habitual protocolo del ligoteo 'on-line', pensó que una 'app' en la que las mujeres dieran el primer paso podría funcionar. Y acertó. Bumble nació en 2014 y ahora está presente en 150 países y tiene 42 millones de usuarios al mes. La 'app' incluye filtros específicos para evitar comentarios ofensivos y utiliza inteligencia artificial para verificar la autenticidad de las fotos.
- Y le sacó chispas. Después creó BumbleBFF, una 'app' para buscar amigas, y Bumble Bizz, otra dedicada al 'networking'. La espectacular salida a bolsa de la compañía la semana pasada deja claro que ha sabido dar con la fórmula del éxito. ¿El secreto? Dice que es tan sencillo como esto: "Se puede monetizar cualquier cosa. Solo tienes que entender qué es lo que te apasiona y si eres buena haciéndolo, siempre hay una forma de convertirlo en un negocio".
Hasta aquí, todo estupendo. Pero Wolfe también ha pagado un par de peajes por su meteórica carrera. Se confiesa adicta al trabajo (contesta e-mails a partir de las 5 de la mañana y se despierta varias veces durante la noche para mirar el móvil), no tiene fines de semana libres y ha contado que vive en una perpetua crisis de ansiedad. ¿La moraleja? Valer más de 1.000 millones de dólares también tiene un precio.