19, Noviembre, 2021

Tres hábitos estratégicos que tienen en común las mujeres emprendedoras de éxito
En el Día de la Mujer Emprendedora nos fijamos en las costumbres que comparten aquellas mujeres que han conseguido consolidar sus proyectos más allá de los primeros cuatro años de vida. Apunta y aplícate su estrategia de éxito.
Elena de los Ríos.
Es el primer gran objetivo de cualquier emprendedora: llegar al primer lustro de vida en los negocios. La estadística subraya la importancia de este hito, pues el 82% de los proyectos de emprendimiento echan el cierre en los cuatro primeros años de vida. Sin embargo, no conviene bajar la guardia más allá, porque cualquier modificación propia o cambio ajeno puede dar al traste con un emprendimiento prometedor.
Ya te hemos hablado de las tendencias que toda emprendedora debe tener en cuenta (como la economía del donut que triunfa en el norte de Europa) y de las tres decisiones financieras que debes tomar si estás pensando en montar tu propia empresa. Pero el éxito también depende de los buenos hábitos. El programa Entrepreneurial Winning Women de Ernst & Young reunió a un grupo de mujeres líderes de negocios estadounidenses que lograron impulsar su crecimiento un 20% siguiendo tres hábitos clave.
1. Alinearse con un propósito auténtico
Antes de plantearnos el insoslayable plan de negocio, necesitamos pensar por qué hacemos lo que hacemos, algo tan simple como fundamental. Si nuestra idea de negocio conecta con un propósito fuerte, que ha arraigado en nuestra biografía y experiencia, será más fácil seguir adelante cuando se presenten dificultades y nos tiente tirar la toalla. “El propósito proporciona un sentido de enfoque y certeza”, explica Michael Woodward, coach ejecutivo y autor de 'El plan eres tú: Guía en 5 pasos para liderar tu carrera en la nueva economía'. “Además, fomenta la conexión entre los empleados y funciona como su brújula”
2. Conectarse a una comunidad
Este movimiento estratégico de networking supone siempre un empujón para las emprendedoras y se puede convertir en el factor que marque la diferencia entre estancarse y continuar. Se trata de participar en alguna de las redes de mujeres empresarias que funcionan en tu ámbito local y, por qué no, en otros de tipo nacional e incluso, internacional. Son importantísimos para intercambiar experiencias y saberes, ofrecer y recibir orientación e, incluso, encontrar formación, financiación o ‘mentoring’.
3. Desplegar un liderazgo reflexivo
Necesitamos analizar cuidadosamente nuestras debilidades y fortalezas para decidir qué tareas llevamos personalmente y cuáles decidimos confiar a colegas o externalizar. Es importante saber delegar y confiar en otros profesionales, pero a la vez necesitamos estar siempre en control de aquellos procesos que están en el corazón del negocio.
Solo así podremos lograr la excelencia mientras retenemos la capacidad de cambiar de enfoque o estrategia cuando las circunstancias lo exijan. Edward Marram, experto en liderazgo y profesor del Babson College, invita a las mujeres emprendedoras a elevar los estándares, sea cual sea el nicho de negocio que hayan elegido: "es fundamental trabajar para ser mejor cada día. Aunque eso signifique cometer errores".