4, Agosto, 2021

Montaje. Getty.
Tres decisiones financieras inteligentes si te planteas ser freelance a la vuelta del verano
Si tienes pensado darte de alta como trabajadora autónoma en septiembre, antes deberías echar números y planificar una estrategia económica. No te preocupes, es más fácil de lo que parece. Te explicamos cómo hacerlo.
Elena de los Ríos
Hasta hace no demasiado tiempo, ser freelance era algo muy parecido a una extravagancia en el mercado español. Hoy, es un estado laboral que entra dentro de las quinielas de jóvenes y no tan jóvenes cuando el objetivo es encontrar trabajo. Muchas nuevas profesiones del ámbito técnico, altamente especializado o digital se prestan a este tipo de trabajo por proyecto, en el que cada profesional maneja su propia cartera de clientes y donde el teletrabajo es la norma. En otros sectores, el freelancing puede ser una puerta de entrada o una de salida: es posible convertirse en ‘agente libre’ cuando la acumulación de experiencia permite “independizarse” de las compañías. En cualquiera de estos casos, para que la experiencia sea óptima necesitarás un grado de excelencia profesional apreciable. Y, sobre todo, un control de tu dinero inteligente. Súper inteligente.
La plataforma de trabajo freelance Workana recomienda, en primer lugar, aprender a cobrar bien por tu trabajo. Y, efectivamente, es algo esencial. Una de las decisiones más importantes que tendrás que tomar es el rango en el que vas a situar tu tarifa, una cifra que tendrá que estar en consonancia con el mercado y tu experiencia y calidad. Es utilísimo hacer el cálculo de lo que vas a pedir por hora de trabajo: te ayudará a rechazar encargos que se sitúen por debajo de dicho umbral.
Calcula lo que quieres cobrar por hora de trabajo: te ayudará a rechazar encargos por debajo de ese umbral
La segunda decisión financiera imprescindible para prosperar como freelance tiene que ver con el control presupuestario: no te va a quedar más remedio que calcular minuciosamente todos tus gastos mensuales, siempre con un 10% de margen. Sin embargo, ese no debería ser el mínimo de ingresos que necesitas cada mes. Te interesa determinar una cantidad de dinero fija en calidad de ahorro con un triple destino: un porcentaje como colchón económico en caso de imprevistos, como pérdida de clientes, enfermedad o averías; otro que sume a tu fondo de pensiones (importante no olvidar este punto); y, por último, una cantidad que cubra los impuestos trimestrales o anuales.
Por último, y sin movernos demasiado del negociado de los impuestos, te puede ayudar muchísimo en tus decisiones de consumo tener presente qué gastos desgravan de cara a la declaración trimestral o anual de Hacienda. Te interesa recopilar todas estas facturas, porque pueden darte muchas satisfacciones de cara a los pagos. Además, son una guía perfecta para determinar qué gastos fijos tienes que llevar al mínimo, porque no desgravan, y cuáles tienen respaldo por tu actividad profesional.
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