5, Marzo, 2019

Foto: IGNACIO GIL
Shirin Ebadi, Nobel de la Paz, en Santander WomenNOW Summit
La juez y activista iraní es una de las voces más reconocidas de la lucha por la igualdad en el mundo árabe.
Shirin Ebadi, primera mujer musulmana que ha recibido el Premio Nobel de la Paz, será una de las ponentes destacadas, dentro del espacio WonInspiring, en Santander WomenNOW Summit.
Ebadi, nacida en el norte de Irán e hija de un profesor de Derecho, tuvo desde muy pequeña un fuerte sentimiento de la justicia. Se licenció en Derecho por la Universidad de Teherán y en 1986 fue nombrada juez, siendo la primera mujer iraní en ocupar este cargo. Tras la Revolución Islámica de 1979, Ebadi fue destituida y relegada a trabajos administrativos en el mismo juzgado que presidía.
Es una figura muy conocida por sus escritos críticos contra el sistema judicial de su país y su defensa en los tribunales de causas célebres (ha defendido a destacados disidentes y liberales víctimas del poder judicial de su país). Con una intensa carrera profesional a sus espaldas, ha trabajado en muchos casos de violación de los Derechos Humanos, especialmente de mujeres y niños.
Ebadi es cofundadora de dos organizaciones no gubernamentales: la Asociación de Defensa de los Derechos de la Infancia y el Centro de Defensores de los Derechos Humanos que, según sus estatutos, "proporciona defensa legal gratuita a los perseguidos por motivos de conciencia y políticos".
Es autora de más de una docena de libros sobre Derechos Humanos. La publicación de uno de ellos, El despertar de Irán -centrado en su vida- le valió a Ebadi varias amenazas de muerte de determinados sectores de la sociedad iraní. Y por sus abiertas críticas al autoritarismo y a la intolerancia política y religiosa del régimen de los ayatolás fue forzada a vivir en el extranjero.
Su obra ha tenido un amplio reconocimiento internacional. Además de recibir el Premio Nobel de la Paz en 2003, en 1996 fue galardonada por Human Rights Watch y en 2001 recibió en Noruega el Premio de los Derechos Humanos Thorolf Rafto por su defensa ante los tribunales iraníes de mujeres en causas de divorcio y tutela de los hijos.