28, Febrero, 2022

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Qué es el 'deep work': por qué en la era de la distracción trabajar a fondo marca la diferencia
Hay tareas que requieren una atención y una concentración particulares. Para desarrollarlas lo mejor que puedes hacer es entregarte al 'deep work'. Empieza por cumplir sus cuatro reglas de oro para evitar distracciones.
Elena de los Ríos
La cuestión de la atención, cómo cuidarla, incrementarla y, sobre todo, evitar los dispositivos que se alimentan de ella, se ha convertido en un argumento de primera magnitud. Especialmente en el entorno laboral y, particularmente, para aquellos profesionales que deben enfrentarse a la resolución de problemas o deben activar la creatividad. Céntrate. Las cuatro reglas para el éxito en la era de la distracción (Ed.Península) desarrolla, precisamente, la capacidad del deep work o trabajo profundo. Para entendernos: la capacidad para realizar tareas que requieren mucha concentración. A pesar de las llamadas, las redes sociales, las notificaciones de las apps, los correos electrónicos…
Cal Newport, profesor de Ciencia computacional de la Universidad de Georgetown, ha desarrollado el concepto de deep work para referirse al trabajo que exige atención plena y durante intervalos prolongados de tiempo. Consecuentemente, la multitarea queda totalmente desacreditada aquí: desarrolla menos la memoria, reduce la productividad y provoca la falsa obligación de trabajar aceleradamente, lo que se traduce en estrés y malestar. Para salir de este esquema de trabajo y situarnos en el deep work, Newport sugiere poner en práctica cuatro reglas para evitar distracciones y concentrarnos que podemos seguir fácilmente y de manera gradual.
1. Establece un ritual de trabajo y cúmplelo siempre
Elegir dónde vamos a trabajar, durante cuánto tiempo y cómo vamos a sostener la atención es fundamental. Que el entorno sea tranquilo y apagar redes sociales, búsquedas en internet y teléfono es importante.
2. Entrégate al aburrimiento
Debemos enseñar al cerebro a tolerar el aburrimiento y la escasez de estímulos: tengamos en cuenta que, ante la falta de retos cognitivos, el deseo de iniciar alguna actividad (por ejemplo, chequear Twitter o el correo electrónico) será enorme. Podemos programar pequeños lapsos de distracción cada cierto tiempo e ir espaciándolos, conforme el entrenamiento de los músculos de la atención vaya surtiendo efecto.
3. Corta con las redes sociales
Newport aconseja borrarse completamente de ellas, no solo en el tiempo de trabajo sino en el de la vida. "Estos sitios son especialmente nocivos cuando se ha terminado la jornada laboral, pues se convierten en un elemento central de nuestro tiempo libre. Si estás haciendo cola o si estás esperando que la trama de una serie de televisión se ponga más interesante, o si estás terminando de comer, estos sitios funcionan como una muleta cognitiva para eliminar cualquier posibilidad de aburrirse", señala.
4. Elimina lo superficial
Si queremos tener más tiempo propio y ser productivos en nuestras tareas, debemos suprimir trabajos superfluos y organizar concienzudamente la jornada. Importante: ser muy concretos con la actividad que vamos a desarrollar dentro de un tiempo determinado, aceptando que no podemos dedicar más de cuatro horas al trabajo profundo. Nuestra mente no está preparada para más.
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