'Navidad de golpe': cómo Netflix obró el milagro (navideño) de resucitar a Lindsay Lohan

Guadalupe Rodríguez

Crecer en Hollywood no es nada fácil. Emma Watson lo logró, pero primero tuvo que cambiar la interpretación por la universidad durante unos años. A otros, como el recientemente fallecido Aaron Carter, les alcanzó la maldición del alcohol y las drogas. La joven estrella de 'Stranger Things', Millie Bobby Brown, de 18 años, está en ese difícil momento de transición hacia los papeles adultos. En el caso de Lindsay Lohan, el alcohol, la velocidad y las joyas aparcaron su carrera. Ahora, 18 años después de su último éxito, protagoniza y produce 'Navidad de golpe', la película más vista de Netflix en todo el mundo, que se suma al catálogo de placeres culpables navideños de la plataforma de streaming.

La carita pecosa de Lindsay Lohan enterneció a los espectadores en 1998 con el 'remake' del clásico de Disney ‘Tú a Boston y yo a California’, dirigido por Nancy Meyers. Después, se labró una trayectoria interesante en películas y series adolescentes como 'Ponte en mi lugar' o 'Chicas malas', pero pronto dejó de protagonizar portadas por sus éxitos profesionales para pasar a ser carne de 'blogs' de cotilleos por su afición a las fiestas y el alcohol. Llegó, incluso, a cumplir una pena de cárcel en 2010. Su expediente delictivo era de lo más variado: detenida varias veces por abusar de las drogas y el alcohol, estrelló su coche contra un camión, pegó a una mujer en un club nocturno, incumplió su libertad condicional y robó (presuntamente) un collar en una joyería de Los Ángeles.

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Contrato con Netflix

Pero a sus 36 años, Lohan parece dispuesta a dejar atrás aquel pasado tormentoso de fotos llorosa en los juzgados. Vive con su marido, el banquero de origen libanés Bader Shammas, en Dubai, donde los 'paparazzi' son ilegales. Allí, como ha reconocido a la revista 'Cosmopolitan', se dedica a cocinar, meditar en la ducha, y se va a la cama a las 9.30 de la noche.

Lohan también ha tomado el control de su carrera. Además de ser la narradora del 'reality show' de citas ‘Lovestruck High’ (Amazon Prime) y de presentar un 'podcast' de entrevistas ('The Lohdown with Lindsay Lohan'), ha firmado un contrato con Netflix para producir y protagonizar dos películas. La primera de ellas, 'Navidad de golpe', acaba de estrenarse y ya es la película más vista de la plataforma a nivel mundial. Todo un milagro de Navidad 'made in' Hollywood.

En ella encarna a la hija mimada de un magnate hotelero (¿te suena, Paris?) que pierde la memoria al caer por una ladera y que se enamora del hombre que la salva. No faltan los jerseys de cabezas de renos, los estilismos coloridos, la nieve y los villancicos (‘Jingle Bell Rock’), las niñas adorables y hasta el correspondiente guiño gay. En definitiva, una comedia romántica para toda la familia sobre el cambio de actitud de una mujer interpretada por un actriz que, en realidad, comparte una historia similar. Rehabilitada de sus adicciones, Lindsay Lohan quiere rehabilitar ahora su carrera profesional.

La reina del placer culpable

Aunque en su currículum hay algunos títulos de prestigio, como la obra teatral 'Speed-the-Plow,' de David Mamet, gracias a la que Al Pacino se convirtió en su amigo y asesor profesional, parece que Lindsay Lohan sigue confiando en las comedias románticas para resucitar su carrera. De hecho, no deja de decir que le encantaría rodar una secuela de 'Chicas malas', y en 2023 estrenará su segundo proyecto con Netflix, ‘Irish Wish’. Otro placer culpable de manual.

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De nuevo, Lohan va a lo seguro: una mezcla de 'La boda de mi mejor amigo' con 'Ponte en mi lugar'. La historia arranca con el anuncio del compromiso matrimonial de su mejor amiga con el amor de su vida. Cuando viaja a Irlanda para ser la dama de honor de la boda y expresa su deseo de encontrar el amor, se despierta convertida en la novia. El enredo está servido.

"Estoy muy emocionada por el futuro y orgullosa de cómo todo se está cumpliendo", ha declarado la actriz. Ojalá todo no haya sido solo un sueño.