'Impuesto child-free': ¿Son peores tus condiciones laborales por no ser madre?

Marita Alonso.

La pandemia ha traído consigo multitud de cambios en el ámbito laboral destinados a favorecer la conciliación y mejorar las condiciones laborales de los trabajadores a través, entre otras cosas, del teletrabajo y la flexibilización de los horarios. Prueba de ello es que empresas como Facebook o Google hayan adoptado medidas para mejorar la conciliación de los empleados con hijos.

Mientras tanto, los trabajadores sin hijos se quejan de no poder beneficiarse, entre otras cosas, del aumento de días de vacaciones, una situación que apunta a uno de los clásicos elefantes del salón laboral: ¿existe un impuesto child-free no escrito para quienes no tienen hijos?

Por más que cada vez son más los trabajadores sin descendencia, una de sus quejas más habituales es que, a menudo, se les obliga a hacer horas extra en la oficina, que son siempre los elegidos para trabajar en festivos, que deben viajar más que el resto o que siempre son los que, en momentos de picos de trabajo, tienen que quedarse en la oficina. Por si fuera poco, aseguran que encuentran más dificultades a la hora de conseguir un ascenso y que sus sueldos tardan más en aumentar por considerar las empresas que un hogar sin hijos no acarrea tantas necesidades económicas. Lo mismo ocurre con las políticas de flexibilidad laboral, que se suelen aplicar primero a los padres.

¿No es país para los child-free?

El pasado mes de agosto, un juez desestimó las acusaciones que una abogada hizo contra su empresa, a la que acusó de discriminación por edad y género. La trabajadora rechazó cambiar de país para trabajar en las oficinas centrales, situadas en Suiza, de la compañía para la que trabajaba, alegando "motivos personales". Su jefe le echó en cara su negativa, alegando que al no tener ni hijos ni novio, "carecía de motivos personales para negarse a hacerlo". Aunque, por supuesto, este caso no es la norma sí refleja la forma en la que la cultura empresarial percibe a sus trabajadores sin hijos, como si ser padre o madre fuera la única razón plausible para no querer cambiar de ciudad, de país o para no desear cambiar de horarios o condiciones.

En 2019, la periodista Laura Cornejo empleó sus redes sociales para denunciar una situación de la que muchos de sus contactos se quejaban, y permitidnos un spoiler: las redes arremetieron contra ella con agresividad y muchos padres y madres se sintieron atacados.

"'Porque los que tenemos hijos necesitamos'... Esto en el trabajo vale para salir a una hora decente, para librarte de cosas de última hora, para cuadrar vacaciones... Pues bien: los que no tenemos hijos tenemos vida, también, que igual pensáis que no, pero va a ser que sí. Que la conciliación tiene que ser para todos. Con hijos y sin hijos. Y os recuerdo algo que fastidia bastante y es el 'bueno, vamos a priorizar despidos de personas sin cargas familiares'. Sí, esto pasa a veces. El bobo que se come horas extras sin pagar es el primero que sale. Así que queridos con hijos, entended que los sin hijos queramos también horas razonables para ver a familia, amigos o amantes. Oh sí, no tenemos hijos, pero no somos célibes”, escribía en un hilo que pronto se viralizó.

Por más que la conciliación suela asociarse a los hijos, el término también hace referencia a conciliar la vida personal con el trabajo al margen de los cuidados. Aunque desde la aprobación en marzo de 2019, mediante Real Decreto Ley del apartado 8 en el artículo 34 del Estatuto de Trabajadores, cualquier trabajador tiene derecho a solicitar la adaptación de su jornada laboral e, incluso, de trabajar a distancia para conciliar con su vida personal, la pandemia ha subrayado lo complicado que sigue siendo para los empleados sin hijos el que las empresas respeten sus horarios y derechos, algo que a su vez mina su capacidad de formar una familia si quieren hacerlo. ¿Crees que existe la tasa child-free o que es responsabilidad de cada uno negarse a no salir a su hora?