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By WomenNow

6, Octubre, 2022

Cuando cortarse el pelo (como Marion Cotillard o Juliette Binoche) se convierte en una forma de activismo

Women. Life. Freedom, de Mathou. Foto: @mathou_cdh

Cuando cortarse el pelo (como Marion Cotillard o Juliette Binoche) se convierte en una forma de activismo

Tras la muerte de Masha Amini, las mujeres iraníes se están quitando el velo islámico y se cortan el pelo en las calles para luchar por su libertad. En apoyo a su protesta, más de 50 actrices y cantantes francesas, como Marion Cotillard o Juliette Binoche, se han sumado a un gesto que vuelve a convertir el pelo en un arma política.

Guadalupe Rodríguez

La libertad tiene el pelo suelto. O corto, rizado o trenzado. Y un solo mechón de pelo puede encerrar el simbolismo de todo un movimiento social. Por eso, Juliette Binoche, Marion Cotillard, Isabelle Huppert, Jane Birkin o Carla Bruni han compartido un vídeo cortándose un mechón de su pelo. Estas actrices y cantantes francesas quieren difundir así su apoyo a la lucha por la libertad que se está viviendo desde mediados de septiembre en las calles de Irán. La mecha prendió con la detención y fallecimiento de la joven de 22 años Mahsa Amini a manos de la policía de la moral. Y la brutal muerte de las adolescentes Sarina Esmailzadeh y Nika Shakrami, tras participar en las manifestaciones de repulsa, ha atizado el fuego de la indignación. Según la ONG Iran Human Rights, ya han fallecido más de 154 personas en las protestas.

Cortarse un mechón de pelo en público se ha convertido en el símbolo de esta lucha, que se libra en las calles, los institutos, las universidades y las redes sociales con el hashtag #womenlifefreedom ("mujeres, vida y libertad") y de #hairforfreedom ("pelo por la libertad"). Comenzaron a hacerlo hombres y mujeres de Irán, donde este gesto es tradicionalmente un símbolo de duelo. Y artistas de todo el mundo se inspiraron en él para expresar el dolor y la indignación. Ahora, más de 50 actrices y cantantes francesas han imitado el gestor¡, impulsadas por el manifiesto de apoyo a las mujeres iraníes que firmaron un millar de representantes del cine francés, encabezados por el director del Festival de Cannes, Thierry Frémaux.

"El pueblo iraní, con las mujeres a la cabeza, se manifiesta a riesgo de su vida. Sólo espera acceder a las libertades más esenciales. (...) Su valentía y su dignidad nos obligan [a apoyarles]. Es imposible no denunciar una y otra vez esta terrible represión (...) Por lo tanto, hemos decidido responder a la llamada que se nos lanzó cortando, también nosotros, algunos de estos candados ", se lee en el mensaje publicado junto al vídeo en la cuenta de Instagram @soutienfemmesiran. "Por las valientes mujeres y hombres de Irán, que están cambiando el mundo en este mismo momento, luchando por la libertad. Estamos a vuestro lado", ha añadido Marion Cotillard en su cuenta. En España, la actriz Itziar Castro también se sumó a la protesta cortándose el pelo en directo en un programa de TV3.

Desde la Revolución islámica de 1979 y el posterior apoyo de Francia a Iraq en la guerra con Irán, la relación entre estos dos países es muy tensa. Los enfrentamientos en el seno de las Naciones Unidas por la negativa de Irán a detener el enriquecimiento de uranio tampoco han ayudado. Y la publicación en la prensa iraní de insultos contra Carla Bruni cuando la primera dama francesa defendió a una mujer condenada a morir lapidada por adulterio no ayudó a enfriar los ánimos.

El pelo como expresión

No obstante, no ha sido esta la primera vez en la que el cabello se ha convertido en una forma de expresión. El pelo ha servido, y sigue haciéndolo, para afianzar la libertad personal, reivindicar una cultura o luchar contra el racismo y el sexismo. A principios del siglo XX, las jóvenes 'flappers' "de cabellos cortos y faldas más cortas aún" hicieron del corte 'garçon' (como el que luce Liza Minelli en 'Cabaret') un símbolo de independencia respecto a lo que la sociedad esperaba de ellas. Encontraron en la androginia de sus figuras y cortes de pelo la forma de expresar su deseo de emanciparse y de igualarse con los hombres.

Su gesto puede parecer innecesario en la era del género fluido, pero no es así. Durante los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, la arquera surcoreana An San fue duramente criticada en las redes sociales por su corte de pelo "poco femenino". Pero las mismas redes reaccionaron inundándose de vídeos de mujeres cortándose el pelo en directo con el ‘hashtag’ #women_shortcut_campaign. Cumpliéndose así la tercera ley de Newton, que dice: "Para cada acción hay una reacción igual y en el sentido opuesto".

En los años 60 y 70, el pelo afro alcanzó un significado social y, sobre todo, político, al asociarse a la lucha contra la discriminación racial en Estados Unidos. Activistas como Angela Davis, artistas como Nina Simone o Aretha Franklin, o los protagonistas del género cinematográfico ‘Blaxploitation', lucieron con orgullo sus voluminosas melenas rizadas. El 'Black Power' también se reivindicaba en las peluquerías. Y ha tenido que pasar medio siglo para que la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobara este mismo año la ‘Crown Act’, la ley federal que prohíbe todo tipo de discriminación (laboral, deportiva, de acceso...) motivada por el estilo de pelo de una persona o, incluso, por su peinado (rastas, trenzas…)

La forma en la que nos peinamos o cortamos el pelo no es solo una decisión estética. Puede decir tanto de nosotras como el lema impreso en una camiseta. Y a veces puede luchar incluso contra las injusticias.

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