21, Marzo, 2022

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La brecha del 'feedback': ¿por qué las mujeres reciben menos comunicación constructiva de sus jefes?
Una comunicación constructiva puede ayudar a mejorar como profesional, pero también a conseguir un ascenso. Sin embargo, existe un problema a la hora de recibir 'feedback' y eso perjudica tanto a las empresas como a quienes trabajan para ellas, particularmente a las mujeres. Hablamos del 'protective hesitation'.
Carolina Rodríguez
A veces, tener un buen jefe no basta para que tu experiencia laboral sea satisfactoria. Que sea aparentemente comprensivo contigo, más allá de las buenas intenciones, puede ser en realidad una señal negativa. Y es que lograr tus metas profesionales es mucho más difícil si no tienes forma de conocer aquello que necesitas potenciar para destacar en tu trabajo o enmendar posibles errores.
No es un concepto nuevo, pero es posible que nunca hayas oído hablar del término "protective hesitation". Responde a esas situaciones en las que la persona que está al mando no proporciona a sus empleados consejos constructivos o un feedback específico para potenciar su mejora, por miedo a caer en un sesgo racista, sexista o de otro tipo.
Varios estudios, como el realizado por el Harvard Business Review y titulado ‘Vague feedback is holding women back’, han demostrado que esa brecha comunicativa existe en los entornos laborales y que, además, está directamente relacionada con la menor presencia de las mujeres en los puestos directivos. Al recibir menos feedback que los hombres, las mujeres tienen más dificultades para ascender por no tener claro de qué forma podrían potenciar sus habilidades. Los hombres, en cambio, suelen darse más consejos entre sí, lo que les permite perfilar sus puntos débiles y atajarlos.
Además, el feedback que reciben las mujeres tiende a ser en términos generales, no sobre cuestiones específicas, lo que dificulta aún más detectar las áreas concretas de mejora y entorpece sus oportunidades para ascender. La raíz de este problema es mucho más profunda de lo que parece y sus causas pueden atribuirse al sexismo social más arraigado y los estereotipos que aún tienen que soportar las mujeres en el entorno profesional, donde a menudo sus victorias se atribuyen al trabajo en equipo más que a la valía personal.
Curiosamente, entre los comentarios constructivos que las mujeres reciben de manera más habitual están los relacionados con el estilo comunicativo. El cliché de la mujer como buena comunicadora hace que algunas profesionales se enfrenten a comentarios como "eres demasiado agresiva al expresarte", una apreciación que en el caso de un CEO masculino bien podría sustituirse por: "Es un tiburón, siempre llega a donde quiere con sus argumentos".
Los hombres, por el contrario, suelen recibir recomendaciones de mejora más centradas en aspectos técnicos, lo que les sitúa en una posición de ventaja respecto a sus compañeras a la hora de progresar dentro de una organización. Pero no todo está perdido. Esta nueva brecha de género (que se suma a la salarial o la de autoridad) puede salvarse solicitando a nuestros superiores comentarios específicos sobre acciones concretas, buscando aquellos criterios que puedan ser fácilmente evaluables para obtener un 'feedback' realmente valioso.