Ksenia Sobchak: de candidata presidencial al Kremlin (y ahijada de Putin) a exiliada política en Lituania

Ixone Díaz

El goteo de disidentes que abandonan Rusia por la puerta de atrás continúa. Después de que hace un mes Alla Pugacheva, la cantante más famosa del país, decidiera posicionarse públicamente contra Vladimir Putin y su gestión de la guerra en Ucrania, ahora es el turno de Ksenia Sobchak. El suyo no es un caso cualquiera. Hija del que en su día fue mentor de Putin (el ex alcalde de San Petersburgo Anatoly Sobchak)  Sobchak es una famosa periodista y opositora política que, pese a todo, siempre ha mantenido un estrecho vínculo con el Kremlin. Después de que su casa fuera registrada en Moscú a principios de esta semana, Sobchak cruzó a pie la frontera entre Bielorrusia y Lituania después de despistar a las autoridades comprando un billete de avión con destino a Dubai y gracias a su pasaporte israelí.

La Paris Hilton rusa

Durante un tiempo a  Sobchak se le conoció como la Paris Hilton rusa después de saltar a la fama en un conocido reality show. En realidad, siempre mantuvo una relación estrecha con el poder político. Al fin y al cabo, Putin comenzó su carrera política junto a su padre tras su paso por el KGB. Por eso, el rumor nunca confirmado (pero bastante fundado) es que Sobchak es, en realidad, ahijada del presidente ruso. Pese a haberse criado entre las élites rusas, en 2012 la periodista empezó a significarse políticamente como miembro de la oposición, pero siempre respetando un delicado equilibrio político con el Kremlin. Críticas sí, pero medidas al milímetro y sin nunca cruzar la raya.

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En 2018, Sobchak fue candidata a la presidencia de Rusia, aunque solo consiguió convencer al 2% de los electores. Otros líderes opositores, como el propio Alexei Navalni, han denunciado que aquel movimiento no fue más que una estrategia consensuada con el Kremlin orquestada para trasladar la sensación de que las elecciones eran libres y competidas.

Orden de arresto

Pese a su postura crítica con el gobierno, hasta ahora su inmunidad había sido incuestionable debido a su historia familiar, pero también a sus lazos con el presidente ruso. Pero, en el actual contexto bélico, esa tregua es historia y Sobchak se ha convertido en la última víctima del poderoso aparato represor ruso. Las autoridades rusas emitían hace unos días una orden de arresto contra ella como sospechosa de haber participado en un delito de extorsión y por la que un colaborador suyo ya ha sido arrestado.

Reinventada en periodista seria, Sobchak dirige el proyecto Ostorozhno Novosti, que incluye un canal de YouTube con más de 3 millones de seguidores, otro de Telegram, en el que le siguen más de un millón de personas, y un famoso 'podcast'.  Sobchak ha defendido a través de su canal de Telegram que el caso de extorsión en el que se le implica tiene motivaciones políticas y ninguna base real. Continuará...

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