Barbara Broccoli, la topoderosa productora de James Bond con "licencia para mandar" que controla el futuro de la franquicia

Ixone Díaz

Hasta que cumplió ocho años, Barbara Broccoli creía que James Bond era una persona real. Quizá porque, en su casa, todo el mundo hablaba de él constantemente. "Era como un miembro más de la familia. De alguna manera, esperaba que apareciera por allí en cualquier momento", ha explicado. Pero, en realidad, 007 "solo" era el negocio familiar. La pasión de su padre, el productor  Albert ‘Cubby’ Broccoli, por el personaje creado por Ian Fleming le llevó a adquirir los derechos de la obra del novelista británico y a empezar a producir sus películas en 1962 y con Sean Connery en el papel protagonista.

Así nació EON Productions, la empresa familiar que, desde 1995, Broccoli dirige junto a su hermanastro, Michael G. Wilson, y que hoy, después de los múltiples retrasos provocados por la pandemia, estrena 'Sin tiempo para morir', la última entrega de la saga cinematográfica que protagonizará Daniel Craig y para el que Broccoli ya busca sustituto.

Ha contado que sus primeros recuerdos se remontan al rodaje de 'Solo se vive dos veces', en Japón,  y que siendo una niña ella y su hermana pasaban las tardes en los míticos Pinewood Studios donde se rodaban todas las películas del agente secreto. "Estar en la oficina de mi padre era genial, porque le veía trabajar. Empecé a aprender el oficio de productora desde muy pequeña", ha explicado. 

Después de estudiar cine en la universidad, con 17 años Broccoli empezó trabajando como asistente de publicidad en 'La espía que me amó' (1977). Después, en 'Octopussy', fue asistente de dirección y a partir de 1995, poco después de que falleciera su madre, ella y su hermano tomaron el control total de la franquicia. 

Desde entonces, Broccoli ha producido todas las películas de la saga de James Bond: tanto en la era Pierce Brosnan como en las cuatro entregas protagonizadas por Daniel Craig. Por su mesa pasan todas las decisiones, tanto las grandes como las pequeñas. Desde el casting del protagonista (su próxima tarea pendiente) y el guion de cada entrega hasta el material de marketing o la distribución. Su control sobre la franquicia es prácticamente absoluto.

De hecho, aunque la compra, el pasado mes de mayo, del estudio que produce las películas (MGM) por parte de Amazon ha puesto en tela de juicio la independencia de la empresa familiar, Broccoli ha conseguido resistirse a las tentadoras ofertas de las plataformas de streaming para estrenar la última película de la saga antes de su llegada a las salas de cine. Según Forbes, EON Productions maneja activos por valor de 324 millones de euros, aunque el valor de la propiedad intelectual de la franquicia podría valer hasta cien veces más.

Ahora, su próxima misión es buscarle un sustituto a Daniel Craig. Broccoli, benefectadora del movimiento 'Time's up' que impulsó el #MeToo, ya ha adelantado que no será una mujer. "Bond es un hombre. Es un personaje masculino. Fue escrito como un hombre y creo que seguirá siéndolo. Y no pasa nada. No tenemos por qué convertir a los personajes masculinos en mujeres. Simplemente, debemos crear más personajes femeninos y hacer que las historias se adapten a ellos", le contó la productora a The guardian el año pasado. Su decisión (para la que ya se barajan nombres como Tom Hardy, Regé-Jean Page, James Norton, Luke Evans o Idris Elba) se conocerá en 2022.