6, Mayo, 2022

Ingresos pasivos. Foto: Getty
¿Qué son los ingresos pasivos? La clave para tu tranquilidad financiera
La inestabilidad económica agobia a los más jóvenes. ¿Qué pasa si me quedo sin trabajo? Te damos algunas claves para invertir desde muy pronto y conseguir algo de liquidez sin mucho esfuerzo. La clave está en los ingresos pasivos.
Elena de los Ríos
Ingresos pasivos es el nuevo mantra del discurso de la libertad financiera. La ansiedad económica asfixia de tal manera a las jóvenes generaciones, que la idea de no tener que preocuparse si el trabajo viene o va es más que seductora. Y no les falta razón. Plantearse objetivos de inversión o ahorro de manera temprana puede ayudarnos a lograr una vía de ingresos pasivos que provea de un extra a lo largo de toda la vida y sin hacer esfuerzo ni dedicarles demasiado tiempo. La manera tradicional de lograrlo es comprar algún inmueble y alquilarlo. Hay quien empieza alquilando una habitación de su casa o toda ella los fines de semana, si tiene la suerte de vivir en una localidad turística. Y utiliza esos ingresos extra para pagar la hipoteca a toda velocidad.
Un tipo de propiedad al alza en este universo de los ingresos pasivos son los trasteros, espacios mucho más baratos que los pisos y con gran demanda en las ciudades grandes y medianas. Además, el riesgo de sufrir morosidad en este tipo de alquileres es prácticamente nulo, pues se arriesgan las propias pertenencias, y los gastos de comunidad son bajísimos. Los expertos apuntan a que la rentabilidad media en el alquiler de este tipo de inmuebles está entre el 7,5 y el 8,5 %, como muy bajo un 5%. No está nada mal, dada la situación de la bolsa y la bajísima rentabilidad de los depósitos.
En el universo de los ingresos pasivos los trasteros son una inversión al alza
No podemos olvidar otras actividades que, aunque requieren una mínima dedicación de tiempo, podemos considerar ingresos pasivos. Por ejemplo, la venta de ropa y objetos (juguetes, muebles, coleccionables…) en internet, a medio camino entre el hobby y lo profesional. Sí produce ingresos pasivos, aunque también requiere trabajo de partida, la venta de formaciones en internet. Si puedes posicionarte como experto en algún campo, esta opción puede ser la tuya. Se trata de elaborar materiales formativos que puedes vender a potenciales alumnos en tu propio website o en plataformas montadas para ello.
Por último, no podemos olvidar la inversión, por ejemplo en fondos de inversión. Si comenzamos muy jóvenes y no dejamos de reinvertir las rentabilidades obtenidas, podremos recoger sumas muy potentes en 30 o 40 años. Para los menos pacientes queda el social trading, una propuesta de plataformas como eToro en la que podemos invertir copiando las estrategias de los inversores populares para lograr las rentabilidades de sus operaciones de éxito. Aquí sí tienes que invertir algo de tiempo y te conviene formarte en trading: no es recomendable entrar a ciegas en el volátil mundo de la inversión.