21, Agosto, 2020

Hotel Castillo de Santa Catalina
En una bodega, un castillo o una masía; cinco hoteles con encanto a los que escaparse este verano
Sus muros han alojado un castillo, una masía, un molino, un monasterio o guardan los mejores secretos del mundo del vino. Te proponemos una escapada a estos hoteles con encanto para disfrutar de los últimos días del verano.
Estos espectaculares hoteles con encanto albergan en sus muros grandes historias y han sido testigo de batallas del Cid, el silencio monacal, la vida en las masías o la tradición del vino. Hoy, además de ese legado, ofrecen al viajero la posibilidad de conectar con la naturaleza y con la tranquilidad, disfrutando de un impresionante entorno, singulares habitaciones, spas con magníficas vistas y una gastronomía vinculada a la tierra. Una opción perfecta para aprovechar los últimos días del verano. Y si quieres más propuestas, no te pierdas estos hoteles de lujo en el corazón de la Mancha o estos monumentales alojamientos.

Pasear junto a murallas fortificadas, desayunar contemplando la bahía malagueña y vivir unos días rodeados de encanto e historia. Esos son algunos de los momentos que puede regalarte este exclusivo hotel ubicado en el castillo construido en 1624 por orden de Felipe IV para proteger la ciudad de los enemigos.
Tras su abandono, el Conde de Mieres construyó allí su residencia levantando un palacio neo-árabe. Hoy todo el conjunto, declarado Bien de Interés Cultural, integra este singular hotel, en el que cada habitación tiene un estilo propio, con azulejos, mármoles, artesonados y espectaculares vistas al mar.

El antiguo Monasterio de Santo Estevo, levantado en los siglos VI y VII, se ubica en los frondosos y escarpados montes de la Ribera Sacra. El tiempo se detiene en este monumental edificio donde el viajero puede pasear por sus tres impresionantes claustros románico, gótico y renacentista.
Dispone de 77 habitaciones, todas ellas diferentes y con preciosas vistas al entorno. Con una terraza junto a un bosque de castaños, una cafetería en el Claustro de la Portería y un exclusivo spa con una zona abierta al profundo cañón del río Sil, se convierte en una magnífica oportunidad para desconectar.

Rodeado por viñedos y en el corazón de la tierra del vino emerge la sorprendente arquitectura de este hotel diseñado por el prestigioso arquitecto Frank Ghery. El Hotel Marqués de Riscal (Luxury Collection Hotel, de la cadena Marriot) forma parte de la Ciudad del Vino, que aúna la vanguardia de su alojamiento, con la historia de una de las bodegas más tradicionales, fundada en 1858. El visitante puede recorrer la bodega original, su botellería de vinos antiguos, conocida como'La Catedral' de la bodega, o la ampliación posterior de estilo bordelés, que alberga los caldos premium.
Para sumergirse en el mundo del vino desde diferentes vertiente, el hotel ofrece en su spa tratamientos basados en vinoterapia y también un magnífico restaurante, con los mejores vinos de la casa y también la mejor gastronomía de la zona. Al mando de la cocina, que cuenta con una estrella Michelín, está el chef Francis Paniego.

Los muros de un antiguo molino harinero del siglo XV albergan hoy este hotel en la histórica ciudad de Sigüenza. El destino perfecto para los amantes de la tranquilidad y de planes como disfrutar de la naturaleza, de la belleza de las salinas y de pueblos medievales.
Con habitaciones encaladas y decoradas con muebles tradicionales de madera, en este hotel familiar se puede disfrutar de un spa y de la comida slow food de su restaurante que, con una estrella Michelín, ofrece recetas tradicionales con productos de la zona y de temporada.

En una espectacular masía del siglo XVIII, que en su día perteneció al Marqués de Santa Coloma, acaba de abrir sus puertas este hotel de lujo, reconstruido con materiales biosostenibles que se encuentran en la zona y utiliza energía 100% renovable.
Enclavado en la comarca del Matarraña, en Teruel, la Masía, que fue testigo de la batalla de Tévar, protagonizada por el Cid, se ha convertido en el lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza y desconectar. Sus ingredientes estrella: su piscina al aire libre con agua templada todo el año, su exclusivo spa, sus lujosas habitaciones y la rica gastronomía de su restaurante, con productos de su propia huerta y de productores locales.