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Guerra al edadismo: ¿deberías mantener tu edad en secreto en la oficina?

Revelar tu edad a compañeros de trabajo o jefes es una cuestión absolutamente personal. Pero también puede responder a una estrategia inteligente para combatir el edadismo en la oficina, donde la discriminación por edad puede ser un desafío o frenar tu proyección profesional.

Portrait of confident woman in office

"¿Cuántos años tienes?" . La pregunta, formulada por un compañero de trabajo, un jefe o un cliente, puede parecer inofensiva y, sin embargo, no serlo tanto. No lo decimos nosotras, lo dice la ONU: el edadismo (o discriminación por razón de edad) existe y es un problema real tanto en las oficinas como en otros espacios profesionales. Sobre todo, aunque no solo, para quienes ya han superado la barrera de los 50 . Y especialmente, para las mujeres.

En la era de la diversidad y la inclusividad en la oficina, la edad sigue siendo un factor determinante en cómo compañeros y jefes perciben y tratan a sus colegas . De hecho, una encuesta de la norteamericana AARP desvela que el 65% de los trabajadores en Estados Unidos han sufrido o presenciado comportamientos discriminatorios por razón de edad. Y sin embargo, los estudios académicos son tozudos e insisten en que los estereotipos sobre los trabajadores senior (desde la falta de energía y compromiso y las dificultades de adaptación al entorno laboral hasta la obsolescencia tecnológica ) no tienen base ni nada que ver con su rendimiento profesional.

Signos de edadismo en la oficina

Y a juzgar por las estadísticas, el problema es cada vez más acuciante. Según un informe de Adecco, el 48% de las personas que buscan trabajo en España ya tienen 45 años o más. Y según previsiones del Instituto Nacional de Estadística, para el año 2026 la edad media de la fuerza de trabajo en España será de 50 años .

Pero, ¿cuáles son los signos del edadismo dentro de una empresa? En general, tienden a ser sutiles y, a menudo, pueden pasar absolutamente desapercibidos. Fundamentalmente, porque cualquier otra cosa sería ilegal y susceptible de ser denunciada o, incluso, judicializada. Pero identificarlos tampoco es imposible.

Puede haber edadismo en comentarios aparentemente inocuos (desde bromas asociadas a la edad o al estado físico hasta críticas más o menos sutiles sobre el ritmo para completar tareas), pero también en el reparto de responsabilidades dentro de un equipo. Si, por ejemplo, se descarta a los más senior para proyectos especialmente complicados o reuniones y presentaciones clave con clientes y, en su lugar, se les asigna tareas repetitivas o tediosas.

Otro clásico: si las oportunidades de formación (desde cursos hasta másters o asistencia a conferencias) solo se ofrecen a los miembros más jóvenes del equipo , hay edadismo. O si, por sistema, ocurre lo mismo con los ascensos y las subidas de sueldo. Nunca es una ecuación sencilla (porque el rendimiento individual siempre formará parte de la decisión), pero conviene estar atentos a si existe un patrón de comportamiento dentro de la empresa.

Cómo combatir el edadismo

Pero combatir los estereotipos también está en la mano de las víctimas potenciales de este fenómeno. ¿Cómo? No te vamos a mentir, es casi un trabajo en sí mismo: invierte energía y tiempo en seguir formándote y desarrollándote profesionalmente. Mantente al día en las tendencias de tu sector, sigue cultivando el networking y actualizando tu currículum y actividad en redes profesionales como LinkedIn y mantente siempre abierta a nuevas oportunidades.

No hagas c omentarios gratuitos sobre tu edad que perjudiquen tu percepción entre compañeros y jefes, pero no pienses tampoco que tu contribución pasada a la empresa es un cheque en blanco. Y, sobre todo, no te creas los estereotipos asociados a la edad o correrás el riesgo de convertirte en una profecía autocumplida. Si además quieres mantener en secreto tu edad (o incluso, mentir sobre ella) siempre tienes una coartada perfecta :reconocer abiertamente que el secretismo forma parte de tu cruzada contra el edadismo .

21 de marzo-19 de abril

Aries

Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

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