Más trumpista que Donald Trump: así es Gina Rinehart, la empresaria más rica de Australia

Ixone Díaz

Donald Trump anunció esta semana lo que ya todo el mundo sabía: que volverá a aspirar a la Casa Blanca en 2024 y que seguirá utilizando la misma retórica populista, beligerante y plagada de mentiras para intentar regresar al Despacho Oval. Lo hizo en su mansión de Mar-a-Lago rodeado de sus fans más devotos, pero también de algunos de sus donantes más generosos. Una foto compartida por su hijo Eric en Instagram descubrió que en la primera fila del evento se sentaba una de las mujeres más ricas del mundo: la australiana Gina Rinehart, dueña de una fortuna que Forbes estima en más de 29.000 millones de dólares. Pero, ¿quién es esta controvertida y misteriosa magnate más radical en muchos aspectos que el propio Donald Trump?

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Heredera universal

Única hija del magnate de la minería Hancock Lang, famoso por descubrir el depósito de mineral de hierro más grande del mundo, cuando él murió en 1992, ella se convirtió en la heredera universal de su inmensa fortuna. Pero también en la presidenta ejecutiva de la empresa familiar Hancock Prospecting, dedicada a la minería, pero también a la agricultura. Rinehart diversificó (invirtiendo en otros sectores, como el de los medios de comunicación) y logró que la compañía superara graves dificultades económicas y aumentara significativamente sus beneficios. 

Con fama de tener un carácter tan duro y errático como el del propio Donald Trump, su biografía está plagada de controversias. Para empezar, está peleada con toda su familia. Con la viuda de su padre, con la que ha pleiteado sin fin y llegó a acusar de asesinato; con sus propios hijos, a quienes les niega el dinero que les dejó su abuelo en régimen fiduciario; pero también contra los hijos ilegítimos de su padre, que han reclamado una parte del pastel con las correspondientes pruebas de ADN en la mano.

Incendiaria y negacionista

Aunque no concede entrevistas, cada vez que se pronuncia públicamente sube el pan. Lo hizo hace unos años en una columna de opinión y sus palabras provocaron un terremoto político en Australia. No era para menos. "Si tienen envidia de aquellos que tienen más dinero, no se sienten a lamentarse, hagan algo para ganar más dinero por sí mismos, pasen menos tiempo bebiendo, fumando y pasándolo bien, y más trabajando duro", escribió la heredera.

Su ideario político va más allá del 'trumpismo': arremete contra los "socialistas" que espantan a los inversores, aboga por reducir los impuestos a la mínima y bajar los salarios mínimos todo lo posible, es contraria a la regulación de los mercados y se ha convertido en una ilustre negacionista del cambio climático. Y ha llegado a sugerir que una buena solución para terminar con muchos problemas sería esterilizar a los más pobres.

¿Quiénes son las Trumpettes?

Su relación con Trump viene de lejos. Además de apoyarle públicamente en la campaña de 2016 y de visitarle en la Casa Blanca durante su presidencia, según el diario británico The Guardian Rinehart forma parte de las Trumpettes, un grupo de mujeres de la alta sociedad fundado en 2015 por Toni Holt Kramer. Su misión dice así: "Tu trabajo como Trumpette es ayudar a que Donald J. Trump sea elegido. Háblale de él a tu familia, a tus amigos, a la gente con la que trabajas y a cualquier persona con la que estés en contacto... Y luego, prepárate para explicar por qué crees que Donald Trump será el mejor presidente para toda América". Gina Rinehart ha renovado sus votos. Porque no hay nadie más trumpista que ella. Ni si quiera Donald Trump.