Buenavista Lanzarote Country Suites: lujo y desconexión en un paisaje de volcanes y viñedos

Carolina Rodríguez

Lanzarote siempre es un must para disfrutar de tus vacaciones o de una escapada,  ¿Quién puede resistirse al encanto de esta isla canaria con playas preciosas de arena blanca, paisajes de infarto, cincelados a base de erupciones volcánicas, tierras rojizas y buen tiempo todo el año? El mismo paisaje que tanto amaba César Manrique se vive y respira desde dentro de Buenavista Lanzarote Country Suites, un bed and breakfast ecoresponsable, abierto al exterior con grandes patios, zonas comunes y hermosos ventanales. 

En la zona del Parque Natural de los Volcanes, y a solo quince minutos de Puerto del Carmen, se erige esta finca cuyo paisaje lo compone el verde de las parras sobre el negro de la tierra, hundidas en la tierra y protegidas por círculos de piedra, junto a las numerosas calderas volcánicas y casitas, generalmente de color blanco. En un paisaje tan bello y surrealista, el Buenavista Lanzarote es un hotel perfecto para quienes buscan alejarse de las masificaciones y reconectar con la naturaleza.

Sus cinco habitaciones (suites norte, sur, este, oeste y lagar) han sido creadas con esmero y al detalle de la mano del arquitecto Néstor Pérez Batista, con una decoración minimalista donde predominan los colores de la isla: marrones, grises, negros azules y por su puesto el blanco, que contrasta con el oscuro exterior volcánico. Las grandes protagonistas de las habitaciones son sus cristaleras, que ofrecen vistas casi panorámicas al exterior y sobre todo a los volcanes, que pueden apreciarse desde cualquier parte del hotel. 

Los exteriores del hotel no rompen con la arquitectura de la zona, que se caracteriza por casas bajas de color blanco y generalmente cuadradas o rectangulares, características que van en consonancia con las líneas arquitectónicas del hotel. Para ir de un lugar a otro, el Buenavista Lanzarote cuenta pasarelas de madera que permiten recorrer cómodamente sin pisar el rocoso suelo volcánico ni interferir en las vides (que forman parte de los exteriores). 

Además, Egus Zerain, una ceramista muy conocida en la isla y fundadora del estudio Eguzkine, es la encargada de muchos de los detalles en cerámica del hotel (como las jaboneras de los baños) pero, sobre todo, es la encargada de los pintorescos platos que acompañan el exquisito desayuno del hotel. Se sirve en las habitaciones y hasta ellas se trae en una cesta de mimbre con distintos platos al gusto del cliente: pan con tomate, fruta, café, zumo de naranja, entre otras muchas opciones, además de mermeladas caseras que se elaboran en el propio hotel. 

Lanzarote es calma, de eso no hay duda, pero la tranquilidad no está reñida con pasarlo bien. Parques naturales, museos, volcanes, playas infinitas, pueblos y una deliciosa gastronomía de la zona serán el perfecto complemento para disfrutar de tus vacaciones este verano en la isla.