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By WomenNow

27, Septiembre, 2021

Britney Spears y los derechos reproductivos femeninos. ¿Por qué una mujer adulta no es libre de quedarse embarazada?

Fans de Britney Spears. Crédito: Getty.

Britney Spears y los derechos reproductivos femeninos. ¿Por qué una mujer adulta no es libre de quedarse embarazada?

Obligada a trabajar sin descanso, pero sin derecho a tener más hijos. El escalofriante testimonio de Britney Spears contra sus tutores legales ha abierto el debate sobre la libertad reproductiva de las personas con discapacidad o enfermedades mentales.

Ixone Díaz

Documentales como Britney Spears vs Spears (Netflix o Controlling Britney Spears (FX) intentan arrojar algo de luz a la intensa batalla legal que la cantante mantiene desde hace años para recuperar su libertad, en todos los sentidos posibles. Pero ningún documental podrá mostrar la dura realidad que solo Britney conoce de primera mano.

Durante 20 minutos y tras años de silencio, Britney Spears relató  una existencia marcada por los abusos de sus tutores legales y, en particular, de su padre. Ante la jueza que decidirá sobre su petición de que la tutela bajo la que vive desde 2008 le sea retirada, la cantante contó cómo Jamie Spears, que comparte su custodia con una empresa que gestiona las finanzas de la cantante, le obligó a trabajar sin descanso ni vacaciones y bajo la amenaza de ingresar en un centro psiquiátrico y de no poder ver a sus hijos. "Hice la gira de 2018 por miedo a mi mánager y a mi padre (...) Ensayaba cuatro días a la semana, dirigía el show, hacía la coreografía, y aún así, me decían que no hacía lo suficiente y me obligaron a tomar litio por las mañanas", explicó la estrella. Sin embargo, la parte más escalofriante de su testimonio tiene que ver con sus derechos reproductivos y el hecho de que sus tutores legales le hayan prohibido quedarse embarazada, una confesión que ha abierto un intenso debate acerca de la libertad reproductiva de las personas con discapacidad o que padecen enfermedades mentales.

"Quiero poder casarme y tener un bebé, pero me dijeron que no podía. Tengo un DIU dentro de mí que no me permite quedarme embarazada, pero mis tutores no me dejan ir al médico para quitármelo porque no quieren que tenga más hijos", explicó Spears ante la jueza.

La confesión de la cantante ha desatado una auténtica tormenta de solidaridad en las redes sociales, a la que se han sumado organizaciones que defienden los derechos reproductivos como Planned Parenthood. "Nos solidarizamos con Britney y con todas las mujeres que se enfrentan a la coerción reproductiva. Tu salud reproductiva es tuya y nadie debería tomar decisiones al respecto por ti", tuiteó su presidenta, Alexis McGill, acompañando el mensaje del hashtag #FreeBritney.

Aunque es habitual que el debate sobre la salud reproductiva femenina gire en torno al derecho al aborto, la anti-concepción forzosa es una realidad en muchos países, pero también en Estados Unidos, donde suele darse entre miembros de la población penitenciaria, pero también entre personas con discapacidad. "Una persona bajo tutela tiene menos derechos que alguien que está en prisión", explicaba al diario USA Today Judy Mark, presidenta de la organización Disability Voices United.

El caso de Spears plantea, además, una paradoja de difícil explicación. La de una mujer de 39 años, madre de dos hijos adolescentes y con pareja estable (el actor Sam Asghari) que no puede elegir acerca de su salud reproductiva, pero que, sin embargo, sus tutores legales consideran perfectamente capaz de trabajar, protagonizar giras y espectáculos residentes en Las Vegas.

"Obligar a alguien a trabajar contra su voluntad es similar al tráfico sexual. Me quitó mis tarjetas de crédito, mi teléfono, mi dinero, mi pasaporte y me obligó a vivir con gente que me vigilaba a todas horas. No tenía privacidad porque quitó las puertas y me vigilaban hasta cuando me desnudaba", explicó la cantante ante la jueza en referencia a su padre, que percibe 16.000 dólares mensuales por ser su tutor legal mientras ella "solo" tiene acceso a 2.000 dólares semanales, aunque su fortuna excede los 60 millones. "Señoría, mi padre debería estar en prisión", exhortó Spears a la magistrada. Su testimonio ha vuelto a inundar las redes sociales con un hashtag convertido ya en grito de guerra: #FreeBritney.

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