19, Mayo, 2022

La galería Hauser & Wirth en Menorca. Foto: cortesía
Arte y arena: tres museos en zonas playeras para disfrutar (aún más) de tus vacaciones de verano
Desde Menorca hasta Lanzarote, pasando por Málaga. La combinación playa y museos cada vez es más posible en nuestro país. Te recomendamos las exposiciones más interesantes de este verano en estos paraísos playeros.
Carolina Rodríguez
Si planeas unas vacaciones en zona costera para este verano y quieres disfrutar de algo más que playas y chiringuitos, sigue leyendo. Los museos ya no son algo reservado a las grandes urbes y cada vez hay más lugares cerca del mar donde puedes disfrutar de grandes exposiciones (y no hablamos de tamaño).
1. Hauser and Wirth (Menorca)
La galería suiza Hauser and Wirth ha convertido a Menorca en todo un referente del arte contemporáneo y este verano alberga la exposición temporal ‘Sodade’ de Rashid Johnson, cuya obra se centra en el arte conceptual post-negro, y que será la primera del artista estadounidense en nuestro país. En 2021 llegó a España la primera galería de la marca, que tiene sedes en algunas de las ciudades más candentes del mundo como Los Ángeles, Mónaco o Zurich.
La galería nace por la unión entre el matrimonio de Iwan y Manuela Wirth y la madre de Manuela, Úrsula Hauser, coleccionista de arte. Este ‘museo-isla’ ha tardado años en gestarse, cuatro para ser exactos más uno de retraso por la pandemia, pero el resultado es impresionante: un edificio restaurado del siglo XVIII que hasta ahora albergaba un antiguo hospital naval en desuso. La edificación está en la Isla del Rey, uno de los cuatro islotes del puerto de Mahón al que solo puede llegarse en barco desde el puerto de la localidad menorquina. En los jardines de la isla –con vegetación mediterránea autóctona– además de las vistas, podrás disfrutar de esculturas de Chillida (autor de ‘Peine del viento’) o Louise Bourgeois (autora de ‘Spider’). En el interior del edificio, un amplio espacio con ocho galerías y obras que se extienden por 1500 metros cuadrados, se puede disfrutar de la colección. Si tras la visita quieres tomar algo, puedes hacerlo en el restaurante ‘Cantina’, con unas vistas espectaculares sobre la bahía de Menorca.
2. Casa Museo y Fundación César Manrique (Lanzarote)
El creador canario más internacional –con permiso de Manolo Blahnik– desarrolló su trabajo como artista en paralelo con la lucha por proteger el medio ambiente en las islas Canarias. Si viajas a Lanzarote, es muy probable que encuentres referencias a César Manrique por toda la isla, especialmente este año que en septiembre se cumplen treinta años de su muerte. Tanto si eres amante de su trabajo como si no lo conoces, existen dos localizaciones que no deberías perderte. En primer lugar, la Fundación César Manrique, una enorme construcción de unos 3.000 metros cuadrados en un espacio de 30 hectáreas. Los exteriores exponen sus obras en sintonía con la naturaleza y hay espacios –como piscinas y zonas de descanso– en los que la piedra volcánica negra resalta en contraposición con el blanco de suelos y pasillos. En el interior, una impresionante colección de obras del artista y en la planta baja hay cinco burbujas volcánicas naturales convertidas en estancias. Al norte de la isla se encuentra la Casa Museo César Manrique, una residencia con objetos personales del artista a los que dio su toque personal recogidos en una preciosa casa que parece intacta al paso del tiempo.
3. Centre Pompidou (Málaga)
Cuando paseas por el puerto de Málaga, no es raro escuchar a la gente preguntarse: "¿Qué es ese cubo de cristales de colores?". Algo así como la pirámide del Louvre, versión malagueña. Y sí, ese cubo es la entrada del Centre Pompidou, que llegó a nuestro país en 2015 y se convirtió en la primera sucursal del museo parisino fuera de Francia. Pero el Pompidou no es solo un centro de exposiciones, también se organizan talleres, bailes, conciertos, conferencias o programas de mediación, entre otras actividades. Esta temporada podrás disfrutar de tres exposiciones temporales: 'Un tiempo propio', una exposición sobre el tiempo y sus distintos usos motivados por los efectos del confinamiento en la pandemia con obras de Henry Matisse o Joan Miró. Una exposición sobre arte cinético –una corriente artística en la que las obras tienen movimiento– con imágenes vivas del artista judío Yaacov Agam. La tercera y no menos interesante, ‘La arquitectura japonesa desde 1950, espacios plurales’, en la que se repasa la historia de la arquitectura del país nipón.