5 razones para visitar Siurana, uno de los pueblos más bonitos de España (muy a su pesar)

A 740 metros de altura, sobre un barranco del que sobresalen los restos de un castillo medieval, los 27 habitantes de Siurana, pedanía de Cornudella de Montsant (Tarragona), cuentan con unas vistas privilegiadas a la Sierra del Montsant. Eso sí, no hay wifi y solo cinco bares y dos hoteles. Pero recibe cada año más de 220.000 visitantes, atraídos sobre todo por su paisaje montañoso. Su fama como lugar perfecto para la escalada es internacional (en noviembre se organiza el Siurana Climbing Festival) . En puentes festivos o Semana Santa, las 200 plazas disponibles de sus dos aparcamientos se completan tan pronto que muchos coches tienen que esperar media hora en un control de carretera establecido por los Mossos d’Esquadra hasta que otro deja su sitio.

Por ello, cuando representantes de la asociación ‘Los pueblos más bonitos de España’, que promociona localidades rurales con encanto como Albarracín (Teruel), La Alberca (Salamanca), Guadalupe (Cáceres), Laguardia (Álava), Vejer de la Frontera (Cádiz) o Potes (Cantabria), abrieron los brazos a Siurana, el alcalde de Cornudella de Montsant dijo: " No, gracias. Ya recibimos suficientes visitantes ".

Aunque no favorezca el deseo del alcalde de que Siurana permanezca en el anonimato, estas son las razones por las que merece la pena ascender por la sinuosa carretera y rezar para encontrar un sitio para aparcar:

1. Las vistas La ubicación, la ubicación y la ubicación son los tres motivos que daba el fundador de la cadena Hilton para abrir un hotel. En el caso de Siurana, sería un Hilton de manual. Como enclave defensivo histórico, está situada sobre un risco, desde el que admirar las Sierras de Montsant y La Gritella y las Montañas de Prades. Su silueta de postal, con la torre de la iglesia recortándose sobre el cielo al atardecer, es también objeto de deseo de "instagrammers" aficionados y profesionales.

2. El tiempo No hablamos de lluvia o sol, sino del paso de los siglos, detenidos en la románica (y romántica) iglesia de Santa María, en los restos de la fortaleza árabe (en proceso de restauración), que sirvió como dote para las reinas catalanas e incluso como presidio y en sus calles empedradas.

3. La naturaleza Los turistas rurales más deportistas pueden disfrutar de múltiples abruptos escenarios donde practicar la escalada, mientras que los aficionados a los deportes náuticos tienen un paraíso en el pantano de Siurana, que pinta un meandro a los pies de este bonito pueblo hasta el charco del Horno. Si lo único que se desea es caminar, una opción es recorrer el Camino antiguo de Siurana, que unía el pueblo con Cornudella de Montsant, incluido en la Red de Senderos del Priorat. Imprescindible también, seguir el sendero que parte del castillo hasta llegar al mirador de 'La trona' para sentir el vértigo de los precipicios.

4. Las leyendas Uno de los lugares que visitar es el 'Salto de la mora', donde se encuentra la huella de la herradura que dejó el caballo de Abdelazía, la hija del gobernante sarraceno de la fortaleza, que prefirió lanzarse al vacío en lugar de someterse a los cristianos. Con razón, según otra leyenda, la que narra cómo un acaudalado judío facilitó la entrada de las tropas cristianas a través de un túnel secreto a cambio del respeto de la vida y las propiedades de los vecinos. Cuando el judío fue testigo desde la montaña de Siuranella de cómo las tropas saquearon Siurana, forzando a las mujeres e incendiando las casas, se convirtió en piedra asqueado por las consecuencias de haber sido cómplice de la destrucción.

5. El vino El cultivo de viñedos y olivares, y la producción de aceite y vino, es conocido desde la época islámica. No en vano, Siurana da nombre a una DO de aceite de oliva virgen. Visitar alguna de las bodegas que producen los apreciados vinos de las DO Montsant y Priorat, famosos por su tintos de uva garnacha y cariñena (o samsó), es una buena forma de completar la visita. Las más cercanas a Siurana (en Cornudella de Montsant) son las de Ronadelles-Cap de Ruc y Baronia del Montsant. También podemos disfrutar de una copa de vino en el Refugio Ciríac Bonet, alojamiento y restaurante excavado en la roca gestionado por el Centro Excursionista de Cataluña. Ofrece en su terraza con vistas panorámicas menú del día (también el fin de semana) elaborado con productos de kilómetro cero. Si el sueño nos vence después del vino, podemos alojarnos allí, en el cercano Hotel La Siuranella, en el centro de Siurana, o en el cámping, aunque éste último no acepta autocaravanas.