El perfume que ya es icono cumple 30 años y sigue fascinando a mujeres de todas las edades
Dicen que quien lo prueba ya no quiere cambiar. L’Eau d’Issey cumple treinta años y puede presumir de seguir siendo icono y tendencia.
En pleno año 1992 cantábamos al ritmo de Madonna o Kurt Cobain, imitábamos los looks de Kate Moss, acabábamos de descubrir el gloss, los polvos de sol y el grunge, llevábamos los jeans a la cadera, pantalones pirata y hombreras. Todavía arrastrábamos la resaca de los 80 y el gusto por los perfumes intensos de fondo oriental. Fue entonces, en medio de ese momento estridente y bullicioso, cuando Issey Miyake alumbró un perfume que ya es icono. L’Eau d’Issey se inspira en la naturaleza más vibrante para redescubrir la esencia de la vida. La sencillez de una gota de agua transparente sobre la suave piel de una mujer es el germen de lo que hoy es el emblema del lujo esencial. El reputado perfumista Jacques Cavallier fue escogido por el diseñador para elaborar una fragancia que estaba destinada a cambiar el rumbo del sector. ¿El secreto de la juventud eterna de L’Eau d’Issey? La composición olfativa esencial y atemporal y la capacidad para redescubrirse a través de la mirada única de los artistas con los que colabora la casa.
Agua, loto y rosas
Cada gota de L’Eau d’Issey te transporta a un instante natural que evoca la suavidad de un pétalo y la pureza cristalina del agua. Por primera vez en la historia de la perfumería, se utiliza el calone como protagonista de una fragancia. Esta molécula, que encarna el agua en todas sus facetas, sugiere la frescura y el aroma húmedo del rocío. El loto y los pétalos de rosa equilibran los influjos de Oriente y Occidente aderezados por el vapor de las flores blancas y los toques verdes. Para Issey Miyake cada detalle importa. Su concepción vanguardista de la moda y la belleza continúan marcando la trayectoria de diseñadores, perfumistas, arquitectos y amantes de lo sublime. Es por ello que su legado marcó una época y se proyecta hacia un futuro en los que la esencia de los elementos y la veneración por la naturaleza serán religión.
Wabi Sabi o la belleza de la imperfección
¿Es posible que un perfume marque tendencia en el resto de sectores? La llegada de L’Eau d’Issey, no solo supuso un soplo de aire fresco, sino que fue clave para asentar la tendencia del minimalismo, iniciada en los 70 pero aparcada durante los 80. Las formas del frasco supusieron un hito que rompía con la tradición de opciones recargadas y brillantes en pos de unas líneas orgánicas. Miyake se inspiró en el agua que emana libre para generar un diseño que se inclina levemente como un junco ligero. El resultado es un frasco no del todo recto, trazado a mano, que recoge el encanto y equilibrio orgánico del wabi sabi, el término estético japonés que abraza la belleza de la imperfección. ¿El sueño del creador? La tapa plateada que lo prolonga coronada por una esfera. Un homenaje poético a la imagen de la luna que reposa sobre la punta del emblema parisino por excelencia, la Torre Eiffel. Un diseño exquisito e intemporal que lleva décadas seduciendo a mujeres de todas las generaciones.
Arte para celebrar el aniversario
La casa Miyake sigue dejando total libertad a artistas con un universo personal. Para celebrar sus treinta años Issey Miyake escogió dos artistas reconocidos por su singularidad a los que encomendó reinventar el universo de L’Eau d’Issey. La estética pura y poética de la artista francesa Elisa Valenzuela ha puesto al servicio de la firma su particular mirada. Habituada a trabajar con técnicas como la animación, el collage o el stop motion, ha creado un conjunto de imágenes, poemas y una pieza de video que representa valores esenciales del perfume como la naturaleza, la pureza o la atemporalidad. La obra, titulada The Essence of Things, combina tonos monocromáticos y recortes gráficos para dotar al conjunto de movimiento.
El artista brasileño Luiz Zerbini se ha valido de hojas, flores y ramas prensadas en papel con tintas de alta pigmentación para crear nueve monotipos. Una propuesta alegre y llamativa que captura toda la energía vegetal de L’Eau d’Issey y la eleva hasta su universo colorido y dinámico. La importancia que el diseñador otorga a la naturaleza se ve reflejada con una interpretación inédita de L’Eau d’Issey, donde lo vegetal, rodeado del elemento agua, se revela en estampas cautivadoras. A través de colores como el turquesa, el naranja, el ocre o el blanco roto el artista nos hace transitar por una experiencia de alta carga sensorial.
Con todo, el día 1 de diciembre se celebró una espectacular presentación en Madrid en donde se reunió lo más granado de sector, con "influencers" conocidos, amigos y seguidores de la marca, además de artistas y periodistas para conocer las obras creadas. No te pierdas el vídeo a continuación para descubrir la esencia del evento.
Creemos firmemente en el empoderamiento a través de la belleza y defendemos la diversidad como catalizador para transformar la sociedad. Nuestro objetivo: ayudar a las personas a que se sientan seguras de sí mismas y, sobre todo, libres de ser como realmente son.
Este proyecto, en definitiva, nos invita a redescubrir nuestra fuerza y nuestra belleza para iluminar todo lo que nos rodea.
Si tu padre es amante de la naturaleza, con este perfume vas a acertar seguro
L’eau d’Issey Pour Homme Eau & Cèdre, la nueva variación olfativa de la icónica fragancia de Issey Miyake, es la propuesta perfecta para regalar por el Día del Padre