Un sueño incombustible más allá de las estrellas
El ser humano siempre ha soñado con ir más allá de las nubes. Hoy, el astroturismo y Celeste Crianza nos las acercan un poco más

A lo largo de 2020, tal vez avivados por la necesidad de disfrutar al máximo tras tanto confinamiento, se han sucedido las noticias sobre diversas iniciativas privadas que parecen acercar cada vez más la realidad de poder ir de viaje más allá de la atmósfera terrestre para pasear entre las estrellas. Ese turismo espacial, sin embargo, solo será accesible por el momento para unos pocos bolsillos privilegiados, pero eso no significa que no podamos disfrutar de la bóveda estrellada en todo su esplendor.

La gastronomía puede convertirse en el vehículo perfecto para hacernos disfrutar con todos los sentidos del placer de las estrellas
En los últimos años ha ganado fuerza un turismo alternativo más próximo, agradable e igual de ‘estelar’. Hablamos del turismo de las estrellas o astroturismo, que promovido por la Fundación Starlight (reconocida por la UNESCO), está cobrando cada vez más relevancia en España gracias a la acreditación de aquellos espacios y lugares que poseen “una excelente calidad de cielo y donde la observación del firmamento forma parte del patrimonio natural, paisajístico, cultural o científico”.
La despoblación de grandes extensiones de terreno, el clima y la protección de espacios y parques naturales son algunos de los factores que hacen que España cuente con algunos rincones que gozan de las condiciones idóneas para disfrutar de impagables cielos estrellados. Además, a la hora de elegir nuestro destino de astroturismo existen diversas webs especializadas con abundante información de interés sobre los puntos y condiciones de observación así como datos prácticos para el alojamiento o la gastronomía local. Con ello, buena compañía y un mapa de la bóveda celeste será suficientes para convertir un par de noches en el destino adecuado en una experiencia inolvidable.

El vino que nace junto a las estrellas
Pero la riqueza de la pasión estelar hace que incluso la gastronomía pueda convertirse en el vehículo perfecto para hacernos disfrutar con todos los sentidos del placer de las estrellas. Eso es lo que nos propone Celeste Crianza, un vino singular que nace de los viñedos de la bodega Pago del Cielo, en la comarca vallisoletana del Campo de Peñafiel, concretamente, en Fompedraza, un lugar donde las viñas y el cielo estrellado establecen una conexión mágica.
En la quietud de las noches frescas de Ribera de Duero, al amparo de la bóveda celeste, las vides se recuperan del calor del día concentrado los aromas y el sabor de sus uvas. En los viñedos más elevados, cerca de las estrellas, es donde la uva tempranillo despliega sus mejores virtudes, y es justamente a 900 metros sobre el nivel del mar, en las cotas más altas de la D.O. Ribera del Duero, donde cobra vida la viña de Pago del Cielo. De ella nace ese tinto generoso en expresión frutal, con cuerpo voluminoso y firme estructura, que es Celeste Crianza.
Expresivo y elegante, suave en el paladar, se trata de un vino ideal para acompañar distintas propuestas gastronómicas, desde carnes a la brasa a quesos maduros o cordero asado. Pero de igual modo se muestra versátil y muy agradable sencillamente para acompañarnos en una charla con los amigos o, por supuesto, una excitante experiencia de astroturimo. Y es que, si los mejores vinos son un fiel reflejo del lugar del que proceden, no cabe duda de que Celeste Crianza evoca la misma frescura, emoción e intensidad que una noche bajo un cielo cuajado de estrellas.
