Diseño Kodo: diez años haciendo latir a la máquina
De las manos de los artesanos takumi al alma del vehículo, el revolucionario concepto de diseño de Mazda sigue despertando emociones

Cómo hacer que un objeto inanimado nos haga vibrar con solo mirarlo. Mazda lleva 10 años lográndolo con una filosofía de diseño única: Kodo – Alma del movimiento. El director de diseño Ikuo Maeda marcó un camino nuevo y atrevido para el diseño de sus coches en 2010, buscando trasladar a los objetos inanimados la potencia y belleza del movimiento natural. Hoy ha evolucionado hacia líneas puras junto a la máxima expresión artesanal de los maestros takumi.
Kodo significa “latido” en japonés, en el sentido de insuflar vida a algo, dotándolo de alma. Hoy, los artesanos de Mazda buscan evocar un diseño intenso y emocional con la menor cantidad de elementos, siguiendo la filosofía ancestral japonesa de la pureza.
La elegancia salta al vehículo
Prueba de su éxito es que los modelos con el diseño Kodo no han dejado de recibir reconocimientos internacionales, como “Most Beautiful Concept Car of the Year”, “World Car Design Award” o numerosos premios Red Dot. Los últimos en mostrar esa evolución de diseño de la marca japonesa son el SUV compacto Mazda CX-30 y el Mazda MX-30, su primer eléctrico.
La última expresión del lenguaje Kodo son el Mazda CX-30 y el Mazda MX-30
En el caso del Mazda CX-30, el arte del diseño Kodo juega con conceptos como el ma (la unión entre elementos), yohaku (la belleza del espacio vacío), sori (curvas en equilibrio) o utsuroi (el juego de luces y sombras). Sus superficies laterales manipulan la luz, reflejando una forma en S que cambia según la perspectiva o el movimiento. Su interior está dotado de una sensación de desahogo y de materiales artesanales de acabado exquisito.

Por su parte, el Mazda MX-30 abre una nueva vía en la evolución de Kodo a través de la búsqueda de inspiración en el concepto Humano Moderno. El exterior minimalista transmite la belleza de un cuerpo sólido, mientras que las puertas freestyle de apertura inversa y la carrocería en tres tonos crean sensaciones de espacio y amplitud. Materiales como el corcho, el plástico reciclado en el interior o la piel vegana subrayan el carácter sostenible de este modelo eléctrico de cero emisiones.
A través del diseño Kodo, queda probado que transmitir emociones es un arte que puede transformar la relación entre vehículo, conductor y entorno.