El placer de tapear con el vino adecuado
Un Rioja versátil como 22 Pies se convierte en el acompañante ideal para esos bocados genuinos de nuestra gastronomía
Los gustos van cambiando con el tiempo y las jóvenes generaciones redescubren viejos placeres que cobran nuevos matices al calor de las tendencias. Es lo que está ocurriendo con el vino, que hace solo unos años parecía acorralado por la cerveza en las barras de moda y que, sin embargo, vive ahora días de gran popularidad gracias a una combinación ganadora: su perfecta armonía con el universo de las tapas.
Si algo es popular en la gastronomía española es ese bocado ligero, informal pero delicioso, que son las tapas, tradición gastronómica que llega a dotar de entidad a calles y barrios enteros de las principales ciudades del país, pero también nuestra esencia porque, especialmente en estos tiempos, las tapas son un ineludible en una reunión con amigos o familia en casa o para celebrar esa cena relajada al terminar el día en el sofá. Sea como sea, tapear es todo un deporte nacional –desde los pintxos y la morcilla a los caracoles, un buen adobo o el mejor jamón–, y hacerlo maridado con el vino apropiado se ha convertido en una de las tendencias de moda en las barras más concurridas.
Es en ese territorio en el que cobra relevancia 22 Pies, un vino que hace gala de lo mejor de su tierra de origen. Goloso y moderno, se elabora según las “reglas del arte” de lo que tiene que ser un Crianza de La Rioja, tan versátil y generoso al paladar que se convierte en el cómplice perfecto para disfrutar de unas patatas bravas, unas croquetas o un más sofisticado bocado de cocina de vanguardia elaborado a partir de productos naturales. También con quesos gana matices en cada sorbo, y es buena compañía igualmente para degustar pescados azules.
El arte del tapeo y el vino
Tapear con el vino apropiado es una de las tendencias de moda dentro y fuera de casa
Además, como todo buen vino cuenta con una curiosa historia, en ese caso, la de su nombre. 22 Pies hace referencia a la leyenda ilustrada en su etiqueta del tabernero Durán y los once pícaros que emprendieron viaje desde La Rioja a todos los barrios de tapeo de España.
22 Pies pertenece a esa nueva generación de vinos que, sin perder un ápice de la esencia de lo que debe ser un Rioja, apunta hacia una visión renovada de la región vinícola más famosa del país, esa en la que vienen trabajando jóvenes enólogos y también bodegas clásicas con la elaboración de vinos con la crianza justa para sostener con sus sutiles notas una expresión propia, la de la cereza picota y otros frutos rojos, que dotan al producto de un carácter jovial y festivo. Esto les permite ser disfrutados en el día a día, sea por el simple placer de tomar una copa de vino o acompañar hasta las más elaboradas creaciones culinarias.
Vino y tapas: aprende el mejor maridaje
¿Qué tienen en común el casco viejo de Bilbao, el barrio de Ruzafa en Valencia, el Poble Sec en Barcelona, La Latina en Madrid, La Pescadería en A Coruña, el Tubo de Zaragoza, el Húmedo de León o la calle Laurel de Logroño? Una palabra: tapas. España se tapea de norte a sur y de este a oeste. Se tapea en los bares y los barrios más famosos pero también, en estos tiempos de pandemia, se tapea en casa independientemente del día, la ocasión y la compañía. Y 22 Pies es el compañero perfecto para una tapa, ya sea un pintxo, una arroz, un buen adobo, unas setas, jamón o chacinas… Te damos tres ideas para tapear en casa y maridar un buen rioja crianza como 22 Pies con un bocado delicioso.
El reino de las croquetas
Deliciosas, versátiles y tan variadas como la imaginación del cocinero. Las croquetas caseras son un clásico ineludible en nuestra cocina, con permiso de la tortilla de patatas, y las aliadas perfectas con un vino. Tres ideas para sorprender: croquetas de jamón ibérico, de marisco o de setas. ¡Insuperable!
¿Prefieres jamón o queso?
Las chacinas y el vino son una pareja natural, pero si quieres que esa cita sea única hay dos maridajes imbatibles. Una copa de 22 Pies acompañada de una tabla de jamón ibérico de bellota cortado a cuchillo o de una tabla de quesos locales con confitura casera y cañas de pan.
Con tartar y vino… se anda el camino
Quien prefiera un bocado más vanguardista lo tienen fácil. Solo hay que adaptar el dicho popular y maridar el vino con un tartar. Dos ideas deliciosas: tartar de atún sobre papadam, guacamole y jengibre o tartar de salmón, ya sea el más clásico con aguacate o el más elaborado con crujiente de pistacho, flor de hibiscus y gelée de fruta.