Las madres autónomas ya no tienen que renunciar a la tarifa plana
2020 es el primer ejercicio completo en el que las madres autónomas no se verán obligadas a cerrar sus negocios para acceder a la tarifa plana
A veces las reformas urgentes tienen todos los beneficios de la rapidez y la buena fe y, en el lado contrario, las lógicas desventajas de las prisas. Eso es exactamente lo que sucedió cuando se aprobaron en 2017 y 2018 la Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo y el decreto ley que la desarrollaba. Ahí se decía que las trabajadoras por cuenta propia que acabasen de ser madres o que hubieran adoptado o acogido a un menor de doce años accederían a una tarifa especial como autónomas a la vuelta de sus bajas por maternidad. Eso sí, daban a entender que primero deberían cerrar sus negocios.
Un nuevo desafío en la vida de los autónomos y autónomas, con los que Orange quiere solidarizarse a través de la iniciativa Nacidos para ser autónomos, al mismo tiempo que rinde un pequeño homenaje al espíritu especial que tiene este colectivo.
Seguramente, al redactar las normas no parecía tan absurdo. Los que disfrutan de la tarifa plana en nuestro país lo hacen, generalmente, porque se estrenan como trabajadores por cuenta propia o porque llevan años sin serlo. Así, esa cuota fija superreducida se convertía, en el primer caso, en un incentivo al emprendimiento y, en el segundo, en un aliciente para no desanimarse a volver a emprender porque les salió mal el primer intento. Pagar 60 euros mensuales durante los primeros 12 meses de actividad frente a los casi 300 que abonan los demás era y es una buena idea para animar a iniciar un negocio propio.
Sin embargo, lo que podía aplicarse sin problema a los emprendedores en general, tenía muy poco sentido para las madres recientes. Muchas autónomas no podían justificar que llevasen años sin serlo o que lo fueran por primera vez tras la baja de maternidad. No pasa nada, parecía que les venían a decir las leyes, porque bastaba con que se produjese un “cese de actividad”. Esta expresión, literalmente, significa que un negocio cierra sus puertas. De ese modo, se asumía que la baja de maternidad les obligaría a echar la persiana y que disfrutarían de la tarifa plana, meses después, prácticamente como nuevas autónomas.
“La tarifa plana es de 60 euros al mes durante 12 meses”.
En muchos casos, la Seguridad Social aplicó la norma literalmente. Cesar en la actividad era cesar en la actividad y no dejarla en suspenso, al fin y al cabo. En consecuencia, lo que aspiraba a ser un estímulo a la maternidad y al emprendimiento femenino degeneró hasta convertirse casi en lo contrario. La tarifa plana no solo no corregía ni mitigaba el impacto de la baja de maternidad sobre las autónomas, sino que suponía una penalización adicional, porque su acceso estaba restringido a las que cerraban sus negocios.
Muchas sintieron que no era justo, después de luchar ferozmente durante años para que sus clientes creyeran en ellas y de superar un sinfín de obstáculos para alcanzar la estabilidad financiera. Muchas profesionales por cuenta propia, y todos los autónomos con ellas, se indignaron y pusieron el grito en el cielo. La asociación sectorial ATA elevó una protesta en su nombre en marzo del año pasado y su campaña triunfó.
“Cesar en la actividad ya no supone cerrar el negocio”.
La Seguridad Social tardó solo días en comprometerse a enviar una circular a sus oficinas para imponer una nueva interpretación de las normas, que afectaría también a quienes se hubieran visto perjudicadas antes de esa fecha. Las autónomas que hubieran sido madres o que hubieran adoptado o acogido a un menor de doce años podrían acceder a la tarifa plana a la vuelta de sus bajas de maternidad sin cerrar primero sus negocios.
Afortunadamente, esas autónomas no solo disfrutarían de la tarifa superreducida. En realidad, contarían -y siguen contando- con una considerable batería de de ayudas y bonificaciones que favorecen desde su baja de maternidad hasta la conciliación de la vida familiar con la profesional, tan importante sobre todo en esos primeros años.