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SEIKO

La legendaria relación de Seiko con ‘el gran azul’

La marca japonesa, con más de medio siglo de historia e hitos de sus relojes de buceo, lanza el nuevo modelo Sumo, así conocido por los fans en la colección Prospex

Ángel Montes

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En 1881, un humilde relojero de Tokio, Kintaro Hattori, abrumado ante el éxito de sus trabajos de reparación y restauración, decidió crear su propia empresa, Seiko, para consagrarse a la producción de relojes. Desde entonces, ese nombre ha estado siempre ligado a la innovación en el campo de la relojería, con numerosos hitos del sector entre los que destacan su trabajo de referencia en los relojes submarinos.

Seiko presentó su primer reloj para bucear en 1965, que fue a su vez el primer reloj de buceo japonés. Era resistente hasta 150 metros de profundidad, tenía un bisel giratorio con una tija especial y la esfera permitía una alta legibilidad. Fue el comienzo de una tradición que alcanza ya más de medio siglo de avances continuos en Seiko, tanto en seguridad y legibilidad como también en la resistencia de los relojes para poder bucear en todas las condiciones.

En línea con ese compromiso de la casa con una inversión e innovación continua, siempre en busca de ofrecer a sus clientes el producto más sorprendente y satisfactorio, Seiko ofrece la última expresión en tecnología para deportes extremos con la que quiere celebrar el medio siglo de relación de la marca con el submarinismo. Y lo hace a través del nuevo modelo de la colección Prospex, heredero del primer reloj de buceo de cuarzo fabricado por la marca nipona en 1978.

Seiko presentó en 1965 el primer reloj de buceo japonés

Y lo curioso es que todo empezó con una carta, la que envió un buceador profesional a la prefectura de Hiroshima, Japón. El deportista explicaba que ningún reloj era lo suficientemente robusto como para soportar las presiones y tensiones que experimentaba cuando utilizaba una cápsula de buceo o cuando practicaba buceo de saturación, en profundidades superiores a los 300 metros. 

Seiko siempre ha dedicado grandes recursos humanos y de ingeniería a la creación de sus relojes de buceo, y aquel ‘encargo’ ejemplificó ese compromiso: tras el éxito en 1968 del reloj de buceo de 300 metros, con un calibre automático de alta precisión, fue necesario un programa de desarrollo de siete años para alcanzar el hito, en 1975, del primer reloj mundial con la caja de titanio. Lo bautizaron como el reloj Professional Diver’s 600m: el primer reloj en soportar los 600 metros.

Desde entonces los ingenieros de Seiko han continuado desarrollando tecnología que ha convertido el buceo en un deporte más seguro y más fácil, tanto para los buceadores profesionales como para los aficionados. Gracias a ese trabajo, la resistencia al agua, a los golpes y la impermeabilidad frente al gas de los relojes de buceo de Seiko, ha demostrado ser la mejor del mercado. 

Por otro lado, es importante apuntar que las mejores oportunidades para comprobar la resistencia y versatilidad de los modelos de buceo de la casa en condiciones extremas ha venido de la mano de la larga tradición de cooperación de Seiko con organizaciones en Japón y Estados Unidos, entre otros lugares. En mayo de 1983, por ejemplo, dos relojes Professional Diver’s 600m fueron fijados en el exterior del casco del ‘SHINKAI 2000’, un sumergible japonés de investigación tripulado creado por la JAMSTEC (Agencia Japonesa de Ciencias Marinas-Terrestres y Tecnología). Los relojes fueron originalmente fabricados para un uso de 600 metros, pero llegaron a resistir la presión del agua a 1.062 metros. 

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Es lógico que ante resultados como esos, los relojes de buceo de Seiko hayan sido escogidos por numerosos deportistas y aventureros para que les acompañen en sus desafíos a los entornos más duros del globo. Por algo desde 1966 Seiko ha sido escogida cuatro veces para acompañar la Expedición Japonesa de Investigación Antártica en sus arduas misiones. Más recientemente, numerosos aventureros y exploradores han llevado un Seiko para coronar el Monte Everest y los picos más altos del mundo, demostrando el valor de la experiencia en la fabricación de relojes que están diseñados para cada uno de los tipos de entornos extremos que existen. Relojes que, salta a la vista, se crecen ante las adversidades, como pocos, cuando se sumergen acompañando a los exploradores más allá de donde nunca han soñado llegar.

Una inmersión de éxitos

A lo largo de este medio siglo han sido numerosos los modelos y revoluciones presentados por Seiko en el campo de la relojería submarina. Tras el hito que supuso el Diver’s 600m, entro otros, llegaron el Hybrid Diver’s 150m (con alarma y cronógrafo), el Quartz Diver’s 200 (cuyo cronometraje seguro para buceadores lo convirtió en un éxito de ventas en todo el mundo), el Diver’s 1.000m con caja de cerámica, el Kinetic Diver’s 200m (el primer reloj de buceo informatizado)… y así hasta el nuevo Prospex, que tiene el apodo de Sumo por la forma de su caja, con el que Seiko quiere celebrar su medio siglo de relación con ‘el gran azul’.

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Este contenido ha sido desarrollado por Content Factory, la unidad de contenidos de marca de Vocento, con Seiko. En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.