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AUSTRALIS

Patagonia, un crucero al fin del mundo

Emula a los exploradores del siglo XVI con un impresionante crucero por los fiordos y los canales de la Tierra del Fuego. Un viaje único al fin del mundo

María Cáceres

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El fin del mundo. La zona más austral del planeta. La naturaleza más pura y extrema. Corría 1520 cuando hasta allí llegó un navegante portugués al servicio del rey de España. Era Fernando de Magallanes, el descubridor de un laberinto natural de 350 millas entre los océanos Atlántico y Pacífico, que separa Tierra del Fuego del extremo sur de las Américas. Cientos de años antes, por lo que hoy es el estrecho que lleva su nombre, en ese rincón considerado uno de los más fríos e inhóspitos del mundo, los nómadas eran los únicos pobladores. De hecho, Tierra de Fuego debe su nombre a las hogueras que prendían en el interior de la tierra y en sus barcazas.

La Patagonia chilena y argentina es tan fascinante como su historia y uno de esos viajes inolvidables para el amante del turismo, la naturaleza y la aventura. Recorrer Tierra del Fuego supone emular esa sensación de viajar a los confines del mundo y descubrir los lugares más impenetrables de una de las regiones más remotas y hermosas del mundo. Desde Punta Arena (Chile) y Ushuaia (Argentina), las conocidas como ciudades del fin del mundo, hasta el recóndito Cabo de Hornos, el lugar donde se encuentran los océanos Pacífico y Atlántico.

Australis es el único organizador de grandes excursiones de aventura en la Patagonia desde 1990 y su crucero Fiordos de Tierra de Fuego, una auténtica experiencia única que une las dos ciudades más australes del planeta navegando entre glaciares y campos de hielo y avistando pingüinos de Magallanes y cormoranes. Stella Australis es el único barco que surca estas aguas gracias a su compromiso con la conservación medioambiental de la zona, ya que trabajan mano a mano con la comunidad científica tomando muestras de aguas, certificando el retroceso de los glaciares o registrando flora y fauna.

La ruta hacia el fin del mundo comienza en Punta Arenas, desde donde se parte hacía el mítico estrecho de Magallanes y el canal de Beagle, un estrecho paso marítimo entre Argentina y Chile célebre por el viaje de Charles Darwin. La Bahía de Ainsworth es una de las visiones que se quedarán en la retina en este crucero. No solo es uno de los puntos más espectaculares de la Patagonia sino que, además, este largo fiordo está rodeado de bosques subpolares y coronado por el glaciar Marinelli. Arroyos, cascadas y pantanos funden la vegetación con elefantes marinos sudamericanos. Después, en los islotes Tuckers, esperan los pingüinos de Magallanes y los cormoranes en un espectáculo de pura eclosión natural.

Glaciar Garibaldi

Glaciar Piloto

Glaciar Pía

Isla Magdalena

Bahía Wulaia

Cabo de Hornos

Isla Magdalena

Glaciar Pía

Bahía Wulaia

Cabo de Hornos

Isla Magdalena

Ushuaia

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Recorrer la llamada Avenida de los Glaciares, con parada en el glaciar Pía, es otro de los privilegios que permite este crucero. Al igual que llegar hasta el Cabo de Hornos, una región catalogada reserva de la biosfera por la UNESCO que desde su descubrimiento, en 1616, cautivó la imaginación de los hombres, inspirando mitos y leyendas a lo largo de los siglos. Desde ahí se parte a la Bahía Wulaia, uno de los mayores asentamientos de la zona de nativos canoeros yámanas y famoso porque Darwin desembarcó allí en 1833 durante su viaje a bordo del HMS Beagle.

Ushuaia, la ciudad del Fin del Mundo (un cartel y un museo dan fe de que es la ciudad más austral del planeta), es la última parada de la ruta. Punto de partida para navegar al Polo Sur, esta ciudad tiene multitud de reclamos naturales, como el glaciar Martial, e históricos, como el museo que hoy alberga su terroríficamente famoso penal, una cárcel tan cruenta que los presos (delincuentes comunes, pero también los más sanguinarios) la definían como la muerte en vida. El fin del mundo nunca fue tan espectacular y tan apetecible.

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Este contenido ha sido desarrollado por Content Factory, la unidad de contenidos de marca de Vocento, con Australis. En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.