?
?

Eventos inspiradores Actualidad imprescindible Voces extraordinarias

Contenido desarrollado para

BANCO MEDIOLANUM

Lehman Brothers: el día que la música se detuvo

Hace diez años el sistema bancario colapsó, pero no todos los bancos respondieron igual. Así superó Mediolanum la mayor quiebra de la historia

Content Factory

Compartir

En julio de 2007, el CEO de Citigroup, Chuck Prince, habló, sin saberlo, para la posteridad: “Cuando la música de la liquidez se pare, las cosas se complicarán. Pero mientras la música siga sonando, tienes que levantarte y bailar. Todavía estamos bailando”. La música  se detuvo el 15 de septiembre de 2008 con el derrumbamiento del banco de inversión Lehman Brothers. Había empezado otro baile. Un baile fatal.

Aquella fue la mayor quiebra de la historia hasta ese momento. Los números hablan por sí solos: 25.000 empleados, 639.000 millones de dólares en activos, casi 620.000 millones de dólares en deuda y 11.000 clientes afectados solo en España. Era uno de los mayores bancos de inversión del mundo, el cuarto de Estados Unidos y su caída ayudó a provocar un hundimiento mensual de los mercados financieros sin precedentes ni siquiera en el crack del 29.

El origen del desastre fue la concesión masiva de créditos hipotecarios a personas que no iban a poder pagarlos si subían con fuerza los tipos de interés de la Reserva Federal. Los bancos comerciales vendían esos créditos a los bancos de inversión, que los empaquetaban convirtiéndolos en títulos financieros de altísimo riesgo. Algunos se los quedaban y otros los distribuían entre sus clientes. Cuando subieron los tipos, la gente dejó de pagar los créditos. Si los créditos (fallidos) no valían nada, los títulos tampoco. Aquello destrozó los balances de algunos de sus propietarios -como Lehman- y desató un pánico mundial. 

En Europa, miles de inversores iban a perder sus ahorros a causa de la quiebra de Lehman, y fue entonces cuando el presidente de Mediolanum, Ennio Doris, decidió que los suyos no correrían la misma suerte. Los dos mayores accionistas de la entidad, lanzaron una operación que incluyó poner 120 millones de euros de su bolsillo y que evitó que 10.000 clientes de Mediolanum perdieran hasta 200 millones de euros que habían invertido en productos estructurados creados por la entidad con bonos de Lehman como subyacente. Querían cumplir con el compromiso de sus clientes y responder a su confianza.

No fue nada fácil. La entidad no podía entregar simplemente el dinero a los clientes, porque aquello hubiera sido una donación. Los beneficiarios habrían tenido que pagar impuestos y, por lo tanto, solo habrían recibido una parte. En octubre, el banco anunció la solución. Les ofrecían a los clientes intercambiar sus bonos ligados a Lehman Brothers por otros productos en los que recibirían todo lo invertido a vencimiento. Massimo Doris, hijo del fundador y actual consejero delegado de Mediolanum, lo recuerda con orgullo: “Fue una operación única en el mercado… Pero siempre hemos dicho que somos un banco diferente y esta fue la ocasión de demostrarlo”.

Compartir

Este contenido ha sido desarrollado por Content Factory, la unidad de contenidos de marca de Vocento, con Banco Mediolanum. En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.