Regala tecnología: horarios, pautas y recomendaciones para enseñar a tus hijos a usarla
Papá Noel y los Reyes Magos dejarán estos días en los calcetines de los niños y adolescentes muchos móviles y tabletas. Explícales cómo deben utilizar la tecnología de forma segura y responsable
Tabletas, móviles, videoconsolas, relojes inteligentes… Las cartas a Papá Noel y los Reyes Magos de niños y adolescentes están plagadas de tecnología estas fiestas navideñas. Si para los adultos estos dispositivos forman parte de nuestro día a día, más aún en el caso de los nativos digitales pero, dado que ellos todavía están formándose, hemos de ser nosotros quienes establezcamos las pautas. ¿A partir de qué edad deben regalarse? ¿Cuántas horas deben estar conectados? Y, sobre todo, ¿cómo evitar que abusen de la tecnología?
Para empezar, algunas estadísticas. Uno de cada tres menores pasa una media de tres horas diarias conectado a internet, como señalan los datos de UNIR que recoge la web Por un uso Love de la tecnología de Orange, en línea con el compromiso de esta compañía con el uso seguro y responsable de las nuevas tecnologías.
Otros estudios internacionales elevan esta cifra en el caso de los adolescentes hasta entre seis y nueve horas, como señala el censo de Common Sense. Además, el estudio Tendencias de juguetes y juego en familia en España, del Instituto Tecnológico del Producto Infantil y de Ocio, refleja que la mitad de los niños de entre uno y dos años usa los móviles para ver dibujos.
La tecnología, por tanto, es parte indisoluble de su día a día. La clave está en aprender a utilizarla de una forma consciente y responsable. Diversos expertos aconsejan no prohibir las pantallas ni los dispositivos a los niños, ni siquiera a los más pequeños, pero sí dejan claro que su uso debe ser testimonial antes de los tres o cuatro años y que deben aprender a utilizarlas de una forma razonable a cualquier edad.
Horarios y responsabilidad
En cuanto a cuál es el momento para que un niño tenga su propio móvil, los expertos consideran que se le puede regalar uno al inicio de Secundaria, en torno a los 12 años, siempre supervisado por los adultos.
Los padres deben sentirse con poder para establecer límites en el uso de los dispositivos tecnológicos para que sus hijos los utilicen de una forma equilibrada. Es básico establecer horarios y lugares adecuados para contectarse y una buena medida puede ser que el tiempo delante del ordenador, la tableta o el móvil se haga en una zona común de la casa. Otras buenas pautas a seguir pueden ser, por ejemplo, no usar los móviles durante las comidas familiares o no utilizar Whatsapp a partir de las nueve de la noche.
Lo mismo ocurre con el juego digital: hay que poner horarios y límites, sobre todo, para que no reste tiempo a otras actividades offline como hacer deporte, pasar con los amigos o disfrutar con la familia. Jugar con un videoconsola o un smartphone no es un problema en sí, al igual que tampoco lo es que, ocasionalmente, algún día le dediquen más tiempo. Lo importantes es que debe regularse su uso, concibiéndolo incluso como un plan familiar, igual que se hace por ejemplo con el consumo de televisión.
Animar a los niños a utilizar internet, no como un medio para la diversión sino como un universo cargado de posibilidades creativas tanto desde el punto de vista de la formación como de la información, es otra buena manera de educarles en su uso responsable. Y, por supuesto, nosotros, los adultos, somos los primeros que debemos dar ejemplo.
De igual modo, nuestros hijos deben conocer claramente cuáles son los posibles peligros a los que se enfrentan cuando se conectan a internet. Conceptos tan básicos como no dar datos personales ni contraseñas, utilizar conexiones seguras (y no, las redes WiFi públicas no lo son) o no hacer en el mundo online nada que no harían en el offline son máximas fundamentales para que saquen el mayor partido a sus dispositivos tecnológicos. La privacidad es la regla de oro, junto al sentido común.