Perú, riqueza natural
Junglas, desiertos, islas y cordilleras. El capital natural es riqueza y Perú, reconocido entre los países megadiversos del mundo, es el destino ecológico ideal para los que buscan la perfecta armonía con el entorno
En un momento donde el equilibrio entre los seres humanos y la naturaleza está en serio peligro, cuando la armonía con la Madre Tierra está amenazada y los efectos del cambio climático nos preocupan y afectan, aún es posible descubrir lugares donde el amor y el respeto al medio ambiente son una prioridad. El capital natural no cuenta como valor de la economía de un país pero la riqueza real de un estado es también poseer una gran diversidad de ecosistemas, un patrimonio que merece ser apreciado para garantizar un desarrollo sostenible.
No todas las grandes potencias económicas pueden presumir de formar parte del selecto grupo de los países megadiversos del mundo, los que albergan el mayor índice de biodiversidad del planeta. Y Perú obtiene este reconocimiento por sus condiciones geográficas y la belleza de sus paisajes, pero sobre todo por el compromiso de las comunidades que viven en paz con la naturaleza desde épocas ancestrales.
EL RESPETO A LA PACHAMAMA
Pachamama. Una palabra que define el vínculo de gratitud, temor y adoración a la Madre Tierra que se mantiene desde los tiempos de los antiguos peruanos hasta hoy. El agradecimiento a la diosa de la fertilidad es la mayor enseñanza de las culturas precolombinas, cuyos ritos y ofrendas aún la veneran por ser fuente de vida.
Selva, Sierra y Costa. La Amazonía peruana, la Cordillera de los Andes y la región de las playas y los desiertos. Tres grandes zonas que civilizaciones como los incas supieron dominar en armonía con los ríos, el sol, la lluvia y el mar.
La conservación del entorno natural implica la protección de la flora y la fauna, es así como el viajero puede disfrutar de experiencias enriquecedoras como divisar el vuelo del majestuoso cóndor en el Cañón del Colca, uno de los más profundos del mundo al superar los 4.100 metros. Un paraje de vegetación andina donde es posible practicar deportes de aventura como la escalada y el senderismo.
EN ARMONÍA CON LA NATURALEZA
Quien visita Perú descubre un mundo de contrastes e infinitas posibilidades. El Amazonas nace en las cumbres nevadas de la provincia de Caylloma y un crucero por el río es la mejor manera de conocer la biodiversidad peruana. También lo es descubrir en medio del desierto las aguas de color esmeralda de la laguna Huacachina, llamada el “oasis de América”.
Pingüinos, lobos marinos y pelícanos, focas y flamencos invitan a explorar las Islas Ballestas, en la Reserva Nacional de Paracas. Nutrias, caimanes y otros animales exóticos conviven en la selva, aunque el delfín rosado es la principal atracción. Los nativos le atribuyen poderes mágicos y se le puede ver saltando en su hábitat natural.
Cambiar para siempre nuestro concepto de riqueza empieza por valorar, y sobre todo respetar, los tesoros únicos que nos ofrece la Madre Tierra.