En una sociedad en la que todo avanza cada vez más deprisa, muchas veces se da por sentado que las cosas funcionan por sí mismas. Sin embargo, si nos paramos y miramos con atención, veremos que lo que realmente hace avanzar a nuestra sociedad son los sueños y las ilusiones de personas con nombre y apellidos. La Unión Europea lo sabe y por ello desde hace muchos años uno de sus objetivos ha sido el de apoyar y financiar ideas y sueños en diferentes ámbitos de nuestra sociedad: educación, sanidad, empleo, energía, I+D...

Democratizando la cultura

Un buen ejemplo de lo que la ilusión puede hacer es el caso de Rodrigo Rodríguez. Este joven de 34 años decidió en el año 2011 dejar su trabajo en Madrid como Ingeniero de Telecomunicaciones para volver a su Cartagena natal y crear Odilo. Un proyecto que nace de la unión de su experiencia en el desarrollo de servicios en la nube, su pasión por la lectura y un amplio conocimiento del sector bibliotecario heredado de su padre. Con todo ello Rodrigo se propuso crear una herramienta que por un lado, permitiese a las organizaciones gestionar y ofrecer sus contenidos sin grandes costes a modo de biblioteca digital, y por otro, brindase al usuario la posibilidad de acceder a la cultura de una forma rápida y económica. Algo que además contribuye a desincentivar la piratería cultural.

Tras unos inicios en los que las bibliotecas municipales españolas fueron las primeras en instalar la herramienta, Odilo recurrió a la Unión Europea para adaptar su plataforma al ámbito educativo y adquirir una dimensión internacional. Gracias a su apoyo, la herramienta llegó a las bibliotecas de los colegios ayudando a fomentar la lectura entre los más jóvenes al hacer más accesible el contenido a los nativos digitales. Esto además era una forma de impulsar la cultura y contribuir a la renovación del sector editorial beneficiando por igual a los diferentes actores implicados: autores, profesores y alumnos.

Actualmente Odilo cuenta con oficinas en 5 países y ofrece más de 1.300.000 contenidos digitales en 40 idiomas gracias a acuerdos con más de 2.000 editoriales. Pese a todo ello, su sede principal siempre se ha mantenido en Cartagena, ciudad en la que están la mayoría de sus 67 empleados. De hecho, gracias a un acuerdo con la Universidad Politécnica de la ciudad, 13 exalumnos han encontrado su primer empleo de la mano de Odilo.

Haciendo más fácil lo difícil

Otro importante proyecto que ha contado con el apoyo de la Unión Europea  ha sido la plataforma de empleo Por Talento, dirigida a personas con discapacidad. Coordinada por la  Fundación ONCE, www.portalento.es ofrece asesoramiento y formación de forma adaptada tanto a los emprendedores como a aquellos que quieren incorporarse a una empresa. Desde su creación, más de 30.000 personas con discapacidad han encontrado un trabajo gracias a esta plataforma.

Una de estas personas es Eduardo de Laorden, actualmente community manager de Ilunion, grupo empresarial que facilita la inclusión de las personas con discapacidad y bajo el que se agrupan las más de 50 líneas de negocio que ofrencen la ONCE y su fundación. En un accidente a los 18 años jugando al fútbol, Eduardo sufrió un daño cerebral que en ese momento no le permitía ver ni hablar y que además le afectó a su motricidad. Se vio obligado a abandonar sus estudios en Publicidad y Relaciones Públicas para centrarse en su recuperación. Sin embargo, un año después Eduardo volvió a la universidad, completando desde entonces un Grado en Publicidad y Relaciones Públicas y diferentes másters en management, eventos y protocolo.

Tras haber trabajado en la Fundación Diversia y en Indra Eduardo llegó a Ilunion gracias a la plataforma Por Talento a finales de 2016. Integrado en un equipo de 3 personas, se encarga entre otras cuestiones de los diferentes perfiles en redes sociales de la marca así como de la gestión de su página web. A nivel personal, Eduardo retomó el fútbol 5 años después y con 27 años forma parte de la selección paralímpica con la que espera participar en el Mundial 2019 que se celebrará en España.

Innovar sin límites

Inés Burgos es otra muestra de lo que el esfuerzo y la ilusión pueden hacer. Tras una visita al complejo almeriense de Cosentino, esta ingeniera extremeña entró a formar parte de esta empresa española referente en la producción de superficies de construcción a nivel global. Gracias a marcas como el Silestone o el Dekton, actualmente Cosentino se encuentra presente en las cocinas y baños de miles de hogares y en obras civiles de relevancia.

Gracias al apoyo de las instituciones europeas, el grupo Consentino tiene en marcha dos programas destinados a contribuir al empleo local

Inés dirige actualmente el Departamento de Ingeniería de procesos. Dentro del plan de crecimiento de la compañía para el periodo 2017-2019, será la responsable de la ampliación industrial del complejo con la puesta en marcha de la 2ª línea de Producción de Dekton, la ampliación de las plantas de Silestone, con la 12ª línea de prensado, y la automatización de todas sus plantas con un presupuesto de más de 30 millones de euros.

Gracias al apoyo financiero de las instituciones europeas, el grupo tiene en marcha dos programas destinados a contribuir al empleo local y la retención de talento, algo esencial en la región. Por un lado, el Programa Impulsa busca integrar en el mercado laboral a jóvenes recién licenciados. Por el otro, el Programa Cantera está más orientado al trabajo técnico dentro de las plantas. Gracias a estos programas, se prevé la creación de 200 puestos de trabajo en Andalucía dentro de los más de 800 que se crearán en toda España.

Estos son solo tres ejemplos de los muchos casos que pasan desapercibidos, pero que mejoran el día a día de todos los europeos. Para descubrir a las personas y a los proyectos que están consiguiendo que las inversiones de la Unión Europea tengan un impacto positivo en España, entra en: https://europa.eu/investeu/home_es